viernes, 30 de diciembre de 2016

Refugio seguro

“El Dios eterno es tu refugio y sus brazos eternos te sostienen” Deuteronomio 33:27
Empezar un año nos alienta a muchísimas cosas. Los asuntos pendientes del año anterior, esperan el 1 de enero para darse otra oportunidad. El entusiasmo por las cosas nuevas, nos anima y renueva las fuerzas que, como mujeres, necesitamos para enfrentar las responsabilidades que asumimos y que ¡Son tantas! ¿No es cierto? En medio del transcurrir, seguramente los imprevistos van a golpear la puerta inesperadamente, como suele pasarnos año tras año más allá de que no programemos problemas ni dificultades para nuestra experiencia. Así como los montanistas y los pescadores construyen refugios en lugares estratégicos sólo “Por las dudas” anticipándose a tormentas o accidentes que pudiesen llegar a tener en sus travesías, nosotras, ¡YA TENEMOS NUESTRO REFUGIO SEGURO!

Amiga estés donde estés, seas el tipo de mujer que seas, vivas como vivas, pienses como pienses, creas lo que creas, puedes entrar en este refugio SIEMPRE porque hay lugar para TODAS. Los brazos seguros de Jesús ETERNAMENTE te sostienen, aunque quizá no puedas percibirlos. NO ESTAS SOLA ni lo estarás este año. Vendrán días en los que necesitarás ser defendida. Otros en los cuales necesitarás entender, días en los que necesitarás paciencia o también ánimo y compañía. Los brazos eternos de Dios están y estarán ahí, “Eternamente “, a modo de un refugio, para que corras y te dejes abrazar más allá de todo. No hay límites de horarios, ni días feriados, ni circunstancias que te excluyan para entrar en este REFUGIO porque ES ETERNO y las puertas no se cierran. SIEMPRE, en TODO MOMENTO, para TODAS LAS PERSONAS y sobre todo, es para ti. Quizá puedas estar pensando en este mismo instante: “Yo no necesito esperar que transcurra el año para saber de dificultades e imprevistos… hace una vida que tengo problemas y siempre me las arreglé sola” A partir de este año puedes abrir tu corazón a una nueva experiencia. ¿Entrarás en SU refugio?

No necesitamos un manual de supervivencia, el REFUGIO está abierto, puedes entrar.

UNA PAUSA EN TU VIDA MUJER  © Copyright 2016 por Miriam Martini

viernes, 23 de diciembre de 2016

Extiende tu mano



“Y Jesús le dijo a aquel hombre: Extiende tu mano”. Mateo 12:13

Los niños conocen el mundo por medio de la exploración. Si eres madre, sabrás a lo que me refiero mejor que nadie.  Trepan, tocan y llevan las cosas que encuentran a la boca, sea tierra objetos peligrosos o galletas. Permitirles esta exploración es difícil para los padres, pero oportuno para los niños. La curiosidad, la autonomía y la seguridad van haciéndose camino en esta personita mientras extiende sus manos para alcanzar lo que quiere. Y es maravilloso verlos crecer. Lamentablemente, en algún punto de la vida adulta perdemos esta curiosidad. Nos llenamos de miedos o de preocupaciones limitando nuestra experiencia para alcanzar nuevos desafíos. Un día un hombre que estaba enfermo de lepra, se encontró en un escenario complicado. Mientras los religiosos cuestionaban a Jesús porque no se ajustaba a ciertas normas y tradiciones, lo ponen a él mismo en medio del conflicto sin tener nada que ver en eso. Su único problema era tener una mano seca y estar ahí sentado un día sábado. Jesús lo ve y le dice: Extiende tu mano. Él la extendió y su piel fue restaurada en el momento. ¡Qué sorprendido habrá quedado este hombre al ver su mano nueva, sólo por animarse a extenderla! Lo cierto es que no fue el hecho de extender su mano la causa del milagro sino la fe y confianza en Quién se lo pedía. Me pregunto cómo hubiera terminado la historia si este hombre se negaba a hacerlo.

Amigas, muchas veces nuestras vidas también sufren sequía. Y lo que debería estar lleno de vida tiene olor a muerte. Jesús podría haber hecho este milagro de mil maneras diferentes, pero eligió decir: “Extiende tu mano”, alcanza una nueva dimensión de tu problema, explora la fe en Mí, conoce Mi poder, confía en Mi palabra.  ¡Descubre! Y te invita a ti también a alcanzar Su vida para vivificar tus zonas secas del corazón y restaurarlas.

UNA PAUSA EN TU VIDA MUJER  © Copyright 2016 por Miriam Martini

Dios tiene Poder; pero tú tienes la iniciativa. ¿Extenderás tu mano?

viernes, 16 de diciembre de 2016

Bajo presión


“Sabiendo que la prueba de nuestra fe produce paciencia.” Santiago. 1:3

Un cuento popular narra la historia de un padre que intentó explicarle a su hija acerca de las dificultades de la vida. Para esto llenó tres ollas con agua y las puso a calentar. Cuando el agua llegó al punto de ebullición colocó en una zanahoria, en otra un huevo y en la otra, granos de café. Luego invitó a su hija a observar qué ocurría con cada elemento. Así la niña pudo ver que las zanahorias se habían ablandado, el huevo se había endurecido y los granos de café habían cambiado el agua dándole un rico aroma y sabor. La niña entendió que los tres elementos respondieron de manera diferente ante la misma circunstancia. Algo así nos sucede a nosotras. No hay dos personas iguales, somos distintas por naturaleza.  No existen dos cerebros que piensen de la misma manera ni dos huellas digitales que se repitan. Todas tenemos un modo único y singular de responder ante situaciones iguales o parecidas.
Amigas, las invito a revisar estas respuestas: ¿Te vuelves blanda cuando la dificultad aparece? ¿Te caes y te sientes víctima del fracaso y de la decepción?, ¿Te endureces   y te vuelves rígida sin permitirte la ayuda ni la compañía? o ¿Eres como el grano de café que ante las dificultades reaccionas mejor y cambias hasta el ambiente que te rodea? Seguramente ya tendrás tu propia respuesta. Más allá de nuestros modos y maneras, las dificultades tienen una respuesta EN Dios. Una paráfrasis de este versículo dice: “Cuando nuestra confianza en Dios sea puesta a prueba, ustedes aprenderán a soportar con más fuerza las dificultades”. Puede parecer hermoso leerlo, pero ¡Qué difícil es vivirlo! ¿No es cierto? Sin embargo, Dios no te pide que seas algo diferente a lo que eres, sino que DESDE lo QUE ERES, te enfoques en su poder y desarrolles paciencia, fortaleza y aprendizajes que puedan aún fortalecer a otros.

UNA PAUSA EN TU VIDA MUJER  © Copyright 2016 por Miriam Martini

El punto de ebullición puede transformar el agua insípida en un sabroso café.

viernes, 9 de diciembre de 2016

Perfume de mujer


“Una mujer de mala fama, que vivía en aquel pueblo, supo que Jesús estaba comiendo en casa de Simón. Tomó entonces un frasco de perfume muy fino y fue a ver a Jesús.”. Lucas 7: 37

Percibimos el mundo a través de nuestros sentidos.  Lo que vemos, lo que oímos, lo que tocamos y lo que comemos tienen su base receptora de información en nuestro cerebro. De todos los sentidos, el olfato es el que viaja directamente a la amígdala y al córtex olfatorio diciéndonos con rapidez qué es lo que olemos. A veces las cosas huelen mal.  Otras veces huelen tan bien que nos deleitan y evocan a deleitosos cafés, chocolates, galletas dulces, vacaciones en el mar o el recuerdo de un día de lluvia y tierra mojada. Es más, algunos estudios comprueban que las mujeres tienen más sensibilidad en sus narices que los hombres.

Amiga, yo no sé si la mujer de Lucas capítulo 7 tenía toda esta información científica. Lo que sí se sabe es que al enterarse que Jesús estaba en la casa de Simón el fariseo, interrumpió portando un costoso perfume entre sus manos una reunión de hombres a la cual obviamente no había sido invitada. Una vez en medio, ungió con ese perfume los pies del Señor y el ambiente se aromatizó con esa fragancia costosa, carísima. Como tenía mala fama y encima había sido muy inoportuna, fue criticada por el dueño de casa y menospreciada una vez más por la sociedad. Pero no por Jesús quien le dice al anfitrión: ¿“VES a esta mujer?”. Donde muchos habían visto a una pecadora, Jesús vio a una MUJER. Una mujer que necesitaba ser mirada, amada y perdonada por el Maestro. Y así se fue, distinta a como entró. Perdonada, restaurada y con el recuerdo de un perfume que siempre evocaría a un encuentro de amor, de recibimiento, de Gracia y de Perdón.

UNA PAUSA EN TU VIDA MUJER  © Copyright 2016 por Miriam Martini

Nunca eres inoportuna para Dios y Su perdón puede ser tu mejor perfume.

viernes, 2 de diciembre de 2016

Arte con arena




¡Dios mío que difícil me resulta entender tus pensamientos! Pero más difícil todavía me sería tratar de contarlos. ¡Serían más que la arena del mar!  Salmo 139:17-18

¿Has visto alguna vez realizar arte con arena?  KESINAYA SIMONOVA es una artista ucraniana que utiliza arena, luz, colores y música para   crear imágenes que van cambiando de forma cada vez que pasa dinámicamente sus manos por la bandeja sobre la que trabaja. Si nunca viste sus obras no dudes en buscarlas en su canal propio de You Tube. ¡Quedarás fascinada! Lo que atrapa durante los pocos minutos que le lleva culminar una de sus obras, es la cantidad de figuras que arma y desarma solamente usando arena. De un sol puede estirarse un camino y de ese camino puede surgir una flor y de esa flor un rostro y así sucesivamente formas y más formas. Los pensamientos de Dios para tu vida son la obra de arte perfecta. Fue diseñada aun antes de ser un embrión. Todos tus días y todas las “Formas” de tus días jamás escaparon de Su pensamiento. Habrá momentos en los que sentirás que tu historia no se parece en absoluto a una obra de arte. Momentos en los cuales no podrás ver a Jesús como un artista. Ni a sus pensamientos como un diseño perfecto.  Al igual que David en este Salmo dirás: ¡No te puedo entender! Permíteme decirte que no hay figuras fijas en la mente de Dios. Crea lo que aún no puedes ver y desarma y vuelve a armar algo diferente pero exclusivo solamente para ti.

Amigas, ¡Somos su obra de arte! Y si hay formas que Él aplica contigo y no las entiendes… Espera el nuevo movimiento de Su mano.

UNA PAUSA EN TU VIDA MUJER  © Copyright 2016 por Miriam Martini

Alinearte con los pensamientos de Dios para ti exhibe tu vida como ARTE y no como desastre.

viernes, 25 de noviembre de 2016

En el nombre del Padre.


“Santificado sea Tu nombre”. Mateo 6:9

Tengo una amiga llamada Canela, es una persona hermosa y una madre ejemplar. Siempre la nombramos Canela y en lo personal, me agrada mucho ese nombre porque no es tan común en la Argentina. Lo notable, es que ayer en una rueda de presentación entre otras mujeres ella dijo. –“Yo soy Gladys, pero me dicen Canela”, cuando mi padre fue a registrarme al nacer, no le permitieron inscribirme con el nombre de Canela, entonces él me puso Gladys en el documento, pero siempre me llamaron Canela porque ese era su deseo. Nunca habíamos sabido esa historia y Gladys es Canela para nosotros y lo seguirá siendo más allá de su DNI. Aunque esto parece sólo una anécdota cotidiana, de las cuales tú podrás dar otros ejemplos, tener un nombre es el primer derecho de los seres humanos. Tu nombre te da identidad, tu apellido te enlaza a una historia familiar y a otros que te anteceden. No es poca cosa ¿No es cierto? Es por eso que también DIOS se ocupa de SU nombre y usa muchas maneras de referirse a ÉL mismo en diferentes circunstancias para que la humanidad lo conozca por EL QUE REALMENTE ES.

Amiga, el nombre de Dios es SANTO porque está por encima de todo nombre.  Santificarlo es hacer de ese nombre una realidad en nuestra vida. Yo no sé qué significa para ti el nombre de Dios. Cada una de nosotras podemos tener una representación muy diferente del mismo, adquirida por nuestra cultura, por el contexto en el que nos hablaron, o por las tradiciones familiares en las que creciste. Quizá ni siquiera conozcas SU nombre y todo lo que ÉL ES. Pero no está tan lejos como para que no lo encuentres y descubras cuánto significado encierra SU NOMBRE. Muchos lo han cambiado por otros parecidos ofreciendo paz, seguridad y ayuda adaptando SU imagen a lo que más les conviene. No te confundas.

UNA PAUSA EN TU VIDA MUJER  © Copyright 2016 por Miriam Martini

SANTIFICAR su nombre es que puedas disfrutar sus atributos perfectos en tu vida, tu mundo, tu realidad.

viernes, 18 de noviembre de 2016

El pez por la boca muere.


“Con su lengua hablan mentiras…Que caigan por sus propios consejos. “Salmo 5:9-10

La Biblia, la Palabra de Dios, relata historias reales, de personas reales, con vivencias reales y emociones reales. Los Salmos también expresan la voz de esas personas en forma de poesía y canción. Los enojos, los miedos, las injusticias, las alegrías y los deseos del corazón se perciben en cada verso cuando uno recorre con atención la lectura. El rey David fue uno de los autores best seller de los Salmos. En esta situación aparece pidiendo a gritos que Dios haga justicia ante sus enemigos, que fracasen sus planes malvados y que caigan por sus malos consejos. Como vulgarmente decimos: “El pez muere por su propia boca”.

Amiga, quizá este grito pueda estar siendo tu grito, quizá estas sufriendo alguna situación injustamente. Quizá las mentiras hayan roto tu corazón dañando tu confianza y desees de todo corazón que se haga justicia de alguna manera. Tienes derecho a expresar lo que sientes a reconocer tus emociones y registrarlas. Pero si sólo queda en un grito o en una expresión, no harás nada más que descargarlas. El rey David sabía esto. Por eso más allá de hacer audible su voz, puso su confianza en Aquel a Quien dirigía sus asuntos personales.  Hablar de confiar, parece contradictorio cuando la misma confianza ha sido traicionada. Parecería más sencillo desear venganza o quedarse instalada en el enojo; pero Jesús puede restaurarla y más allá de escucharte ÉL quiere recibirte, darte seguridad y atender a tus asuntos con justicia perfecta. Nadie más que Él rechaza la mentira, la traición y la maldad. Conocer el carácter de Dios nos da seguridad. Su persona es nuestra garantía.

UNA PAUSA EN TU VIDA MUJER  © Copyright 2016 por Miriam Martini

 Si haces oír tu voz, eso es bueno, pero si se la haces oír a Dios eso será ¡Sorprendente!

viernes, 11 de noviembre de 2016

Reinas para servir



“Yo creo que has llegado a ser reina para ayudar a tu pueblo en este momento”. Ester 4:14 (NVI)

Crecimos enriqueciendo nuestra imaginación con cuentos de hadas, reinas y princesas. Si ya eres madre, seguramente narrarás las mismas historias a tus hijas.  Disfrutarás cuando se disfrazan con tus zapatos de tacos, pintan sus labios y visten tus vestidos como queriendo hacer realidad algo que sólo es posible en la fantasía. Ester no habrá quedado afuera de estos deseos infantiles, más allá de que la vida la había privado de una madre que pudiera narrárselas.  Era huérfana y de nacionalidad judía, un verdadero problema en época de esclavitud. Lejos, muy lejos estaba de hacer realidad ese sueño de niña ¿No te parece? Pero lo cierto es que, en ese imperio persa, un día el rey la iba a mirar a ella más que a ninguna y de ser una joven marginal y discriminada pasó a ser la reina del imperio. ¿Qué me dices? Dios tenía previsto este “Cuento de hadas” (que no fue un cuento).  Él acomodó las circunstancias de tal manera, para que el pueblo judío se salvara del perverso decreto emitido por un asesino como Amán, quien tramaba un inminente genocidio.

Amigas, al igual que Ester, Dios nos puso en una posición de privilegio en nuestra comunidad.  No solamente para disfrutar de los beneficios de la Gracia (aunque eso es maravilloso) sino para que miremos a nuestro alrededor y que más allá de los impedimentos que encontremos en el camino, nos comprometamos con la justicia social, la ayuda y nos opongamos a la opresión de los pobres y de los marginados. Ester apeló a su autoridad de reina para interceder por su pueblo, nosotras tenemos la autoridad de Cristo para colaborar en sus propósitos.

UNA PAUSA EN TU VIDA MUJER  © Copyright 2016 por Miriam Martini

Elevadas a reinas para servir como siervas.

viernes, 4 de noviembre de 2016

Amores hipócritas


“Cómo dices: ¿Yo te amo, cuando tu corazón no está conmigo?”  Jueces 16:15

Confundido entre otros árboles parecidos, se entremezcla allí, muy pegadito a cualquier otro, el “Árbol hipócrita”. Un ejemplar del tipo parasitario que crece abrazando con sus ramas y raíces a otro árbol de quien se alimenta y a quien poco a poco va matando y dejando totalmente seco. Parece una tierna imagen de “Amor” ver a los árboles abrazados, pero lo real es que más que amor es una muerte segura.

Amigas algunas de nosotras construimos relaciones de este tipo. Abrazamos con una dependencia excesiva a otras personas: pareja, hijos, amigos y padres. O, por lo contrario, permitimos que otros se abracen a nosotras invadiendo toda nuestra experiencia y dejándonos como víctimas de sus necesidades. Sansón y Dalila se abrazarían de esta manera ¿No te parece? Ella fingió amar a Sansón, pero su única intención era descubrir su secreto para dejarlo sin fuerzas favoreciendo de esta manera una estrategia política. Sansón, llevado por su debilidad, se dejó “Parasitar por esta relación” sin poder poner ningún tipo de límites llegando al extremo de desear la muerte: “Presionándole ella cada día con sus palabras el alma de Sansón fue reducida a mortal angustia” Contrario a Dalila, a algunas mujeres se les enseñó a ser dependientes. Aprendieron a centrar sus vidas alrededor de otras y a enlazarse en relaciones que no les han permitido crecer y desarrollarse en un clima de confianza, seguridad, cuidado y libertad, confundiendo la resignación con el amor responsable y maduro. Dios dice que en el amor NO hay temor y dejó el perfecto ejemplo de un amor sincero, genuino y eterno a través de Jesús. Su entrega fue desinteresada, sin buscar a cambio ningún provecho personal sino solamente ser esa persona en quien deposites tu confianza simplemente porque es Dios y SU AMOR NO DEFRAUDA, sino que te da seguridad, confianza, libertad y VIDA.

UNA PAUSA EN TU VIDA MUJER  © Copyright 2016 por Miriam Martini

Que tu vivencia de amor sea para vida y no para muerte

viernes, 28 de octubre de 2016

¡Papá se va a enojar!

“Entonces le dijeron a Moisés: Habla tú y te escucharemos, pero que no nos hable Dios directamente porque moriremos” Éxodo 20:19

Desde el principio de la humanidad, el vínculo que el hombre cree tener con Dios está afectado por el miedo, la vergüenza y la culpa desfigurando la forma amorosa, comprensiva y de confianza que desde la eternidad siguen vigentes y seguirán desde Dios hacia el hombre. En la historia del pueblo de Israel, en el Antiguo Testamento, hay muchas escenas que grafican miles de maneras que Dios usó para que entendamos algo de cómo es su trato y su corazón hacia nosotros también. Este relato es un caso de lo que estamos diciendo. Ellos temieron y se alejaron de la montaña donde Dios estaba dando el decálogo de mandamientos a Moisés, entre estruendos de trompetas, humo, relámpagos y truenos. Y al igual que tu hijo seguramente se asusta cuando hace algo mal, rompe algo valioso de la casa o trae una nota no tan buena de la escuela, dijeron: ¡Papá se va a enojar! Mejor háblale tú. En un contexto de ley como éste, es lógico sentir a Dios tan lejos de nuestra experiencia. De hecho, varias veces en este capítulo dice que el pueblo se puso “Lejos” de la presencia de Dios. Distanciamiento, culpa, vergüenza y miedo son indicadores de una vida que aún no experimentó la Gracia de Dios.

Amigas, no tengan miedo. No necesitamos que otros hablen por nosotros a Dios. Tú puedes acercarte con confianza SIEMPRE, aun cuando sientas que tu vida no está tan en orden como crees que debería estarlo o que ya te alejaste demasiado como para volver ahora. Allí más que nunca puedes acercarte al Padre. Su amor, Su cuidado, Su corrección y Sus enseñanzas hallan sentido en SU MISMA GRACIA.

UNA PAUSA EN TU VIDA MUJER  © Copyright 2016 por Miriam Martini

Tus peores días nunca estarán fuera del alcance de SU GRACIA y tus mejores días nunca serán tan buenos como para no necesitarla. (Jerry Bridges)

viernes, 21 de octubre de 2016

Creadas y creativas




“Y creó Dios al hombre y a la mujer a su semejanza”. Génesis 1:27

 A todas nos pasa, que hay momentos en la vida en los cuales algunas cosas no están haciéndonos bien y necesitamos un cambio. Pero cuando registramos esa necesidad, se nos hace muy difícil también responder de manera diferente o encontrar otras alternativas. Reaccionamos de manera repetitiva en vez de maneras creativas, porque lo repetido lo conocemos y nos da seguridad por más que no nos sintamos cómodas con eso. Ser creativas es un proceso difícil que implica permitirnos mirar el mundo (nuestro mundo) desde otras perspectivas. Pero ¡No te desanimes! Fuimos creadas por un Dios creativo. Dotadas a Su semejanza con este potencial también a nuestra disposición. Abrirse a nuevas posibilidades y crear nuevas alternativas ante lo que necesites modificar en tu vida, es sin duda un acto de libertad otorgado por Dios desde la creación.

Amiga la creatividad es tu marca registrada. Para crear primero hay que creer. Creer que puedes por la Gracia de Dios porque Él te capacitó para eso. Quizá necesites crear nuevas maneras de comunicarte con los tuyos.  Crear un nuevo sentido ante alguna injusticia vivida. Buscar nuevas maneras de administrar tus recursos.  Disfrutar de tu tiempo libre, crecer en tu profesión, tu trabajo o tu vida espiritual, social o física. Cada una de nosotras sabe hasta dónde es necesario dejar de repetir. Y te aseguro que tener ese registro ya es bastante, pero no ocurrirá nada nuevo si no ponemos en marcha algo diferente. Todo el Génesis es creación.  Nada de lo que existe sería posible si Dios no hubiera decidido crearlo. Y ¿Sabes? nosotras somos parte de ese plan divino, creativo y perfecto, que nos puso en una posición de privilegio en la naturaleza, para disfrutar de todo lo nuevo de Dios para nuestras vidas.

UNA PAUSA EN TU VIDA MUJER  © Copyright 2016 por Miriam Martini

Para CREAR primero hay que CREER.

viernes, 14 de octubre de 2016

¡Paren el mundo que me quiero bajar!


¡Vuelvan a buscarme y vivan! Amós 5:4

Resultado de imagen para paren el mundo me quiero bajarUn fenómeno extraordinario es participar junto con la naturaleza en un amanecer y si este ocurre en el mar o en las montañas más maravilloso aún. Es notable que antes de que tú y yo podamos ver el día y que los primeros rayos del sol despunten e iluminen la Tierra una vez más, los animales comienzan a emitir sus sonidos, anunciando que se fue la noche y aparece el día. Los ruidos del amanecer son especiales. Son la respuesta armónica que los animales ofrecen recibiendo la luz del Sol.  ¡Es una delicia escucharlos!

Amiga algo distante de esta postal que te describo, comienza también tu día. El primer ruido que escuchas, es tu alarma que te avisa que hay que ir a trabajar o que tienes que despertar a tus niños para ir a la escuela. Antes debes poner la ropa sucia en la máquina y sacar del freezer algo para cocinar después. También dejas notitas y recordatorios en la puerta de la refrigeradora para que tu familia las lea mientras tú no estás. En medio de esto chequeas lo que hace falta, porque pasarás por el mercado para hacer compras. Preparas el desayuno, las viandas, revisas mochilas y respondes las preguntas de tu familia acerca de a dónde está esto a o aquello. Antes que el Sol despunte ya quieres “Bajarte del mundo” como gráfica tan bien una tira de Mafalda, icono de la caricatura argentina, creada por Quino desde 1964 a 1973. Es que el cableado del cerebro femenino nos permite hacer mil cosas a la vez casi sin darnos cuenta. Lo peor del caso es que muchas veces, los demás tampoco se dan cuenta y exigen, demandan y dependen. Jesús valora y reconoce diariamente tu servicio. Para ÉL no pasas desapercibida. Pero te invita a que “Pares tu mundo” y Lo busques, porque encontrarte con ÉL es VIDA.

UNA PAUSA EN TU VIDA MUJER  © Copyright 2016 por Miriam Martini

Que tu “HACER” no te prive el derecho de asistir a tu cita con Jesús

viernes, 7 de octubre de 2016

¿Pisado?


“Extendiéndome a lo que esta adelante” Filipenses3:13
Me causó mucha gracia leer un grafiti que decía: “Año nuevo vida nueva, lo pasado pisado, lo bueno guardado y lo malo aplastado”. ¡Como si fuera tan sencillo! (Pensé cuando lo leí)
Tuve la posibilidad de visitar las ruinas de Tikal en Guatemala. Todos los vestigios de lo que fue la civilización Maya afloran en cada una de las construcciones que, gracias al esforzado trabajo de arqueólogos y antropólogos, entre otros, pudieron realizar tras años y años de desenterrar lo que el paso del tiempo había dejado sepultado debajo de sedimentos de tierra y forestación que ocultaban dicha maravilla histórica y cultural. Lo asombroso de esta ciudad es que el 80% de la misma aún sigue enterrada. Y aunque no se pueda ver dónde está el resto de las ruinas, sabemos que ahí están.

Amigas nuestras vidas también tienen “Pasados”.  Situaciones, personas, errores, injusticias y frustraciones que muchas veces nos oprimen ocultando dolor, fracaso y desilusión. Disimulamos, enterramos, callamos para no preocupar a nadie o por vergüenza. Callamos porque creemos que ya pasó y que no tendría sentido trabajar en eso ahora. Pero el tema es que, si no resolvemos, no nos extendemos hacia adelante y corremos el riesgo de quedar atrapadas en esas ruinas del alma y del corazón. Vivimos bajo el slogan: “Lo que importa es el hoy” y si bien es cierto que nuestro presente es importante, somos mujeres atravesadas por una historicidad a la que es bueno prestar atención. ¿Cuáles son esas ruinas de tu pasado que no te permiten extender a cosas nuevas?  ¿Qué te impide ir hacia adelante y proyectarte hacia lo nuevo? No se trata de negar ni de olvidar, sino de encontrar los significados que necesites para poder, parada en este presente, mirar con fe hacia el futuro. Y ¿Qué será lo que está adelante? Todo lo que eternamente en la mente y el corazón de Dios estuvo dispuesto para ti.

UNA PAUSA EN TU VIDA MUJER  © Copyright 2016 por Miriam Martini

No se trata de negar ni de olvidar sino de encontrar significado.

miércoles, 5 de octubre de 2016

¿Y qué es volar...?

Es comenzar por tener un sueño.
Es estar comprometido con los sueños.
Es tener confianza en sí mismo.
Es aceptar lo que no se puede cambiar.

Es saber cambiar el tiempo.
Es volver a empezar.
Es reconocerme en mis logros.
Es reconocer que me equivoqué y pedir perdón.
Es reconocer que detrás de cada acierto puede haber muchos fracasos.

Es enamorarse de lo que uno hace.
Es no postergar y hacer algo ahora.
Es darse cuenta de qué estás eligiendo a cada momento.
Es reconocer las propias debilidades y fortalezas.
Es no parar jamás hasta conseguir los sueños.
Es saber con qué fin hacemos las cosas.

Es no mirar hacia atrás.
Es actuar con entusiasmo.
Es transitar caminos desconocidos.
Es probar hacer algo que nunca hicimos.
Es probar hacer algo de una manera diferente.
Es saber que no estamos solos.

Es no rendirse jamás.
Es disfrutar de cada momento
Es disfrutar del tiempo libre.
Es accionar ya.
Es inventar un nuevo paso de baile cuando el anterior no funciona.
Es pensar en positivo.
Es tener las metas claras.
Es tener perseverancia en la búsqueda que deseas.
Es estar preparado para ver la oportunidad.
Es desarrollar la creatividad.
Es utilizar la imaginación.
Es recomenzar con el mismo entusiasmo.
Es tener la paciencia necesaria.
Es tener claridad en el propósito.
Es dejar una huella para que otros puedan seguirla.
Es arriesgar.
Es hacer cosas nuevas todos los días.
Tenemos sueños, queremos resultados,
pero no estamos dispuestos a correr riesgos,
nos conformamos con lo que tenemos,
creemos que es lo único y posible...

viernes, 30 de septiembre de 2016

Fuera de la ley

“Mantenme fiel a tus enseñanzas para no pecar contra Ti” Salmo 119:11
Si bien parece ser el título de una vieja película del año ’37, este encabezamiento nos plantea una posición que el ser humano puede (y de hecho lo hizo) tomar con respecto a las leyes y las normas de convivencia sociales y morales. Desde el principio de los tiempos, en el Génesis, vemos a un ser humano posicionado radicalmente en transgredir la única ley establecida y puesta por Dios. Luego de Adán, también su descendiente Caín se posiciono aún más en contra cometiendo el asesinato de su propio hermano y luego Lamec, un perverso y depravado hombre fueron dejando la marca de una humanidad que eligió sus propias leyes.
Si tuviésemos que pensar un término acorde a esto, podríamos usar la palabra “Marginalidad”. Etimológicamente significa: “quedar en los márgenes, perder el centro.” Por eso, es un gran error asociarla solamente con una cuestión de clase socio económica como comúnmente lo hacemos al hablar de marginales.
Todos aquellos que deciden manejarse según sus propias leyes, corren las leyes divinas, las sociales y morales del centro. Las consecuencias están todos los días a nuestra vista: Maltratos unos a otros, delincuencia, privaciones de derechos humanos, muertes y robos ocupan las primeras planas de las noticias. Estar fuera de la ley, parece ser lo natural y aceptado.
Ahora bien, ¿Qué es estar en el centro de la ley?
El Salmo 119, entre otros tantos consejos de la Biblia nos motiva, anima y entusiasma con los beneficios que pueden tener aquellos que deciden pararse en el centro de Su Verdad, la Verdad de Dios. Son 176 versos y cada uno de ellos refuerza la importancia de centralizar la vida de esa forma. La Ley de Dios, limpia, instruye, vivifica, da sentido, da entendimiento, corrige y sostiene. Nada obstruye la posibilidad de tomar en serio la Verdad de Dios. El único obstáculo somos nosotros mismos. Dice en el libro de Santiago 1:22-25 que podemos ser oidores y también hacedores de Su Palabra y gozar así de las bendiciones de serlo. Pero, por otra parte, ser oidor y oidor olvidadizo nos pone una y otra vez en los márgenes.
Si queremos una vida mejor y una sociedad de tolerancia, respeto y solidaridad, la única manera es hacer de la ley de Dios el centro de nosotros y por ende de nuestra comunidad.
Solamente en la Verdad de Dios hay vida y sus principios y preceptos son Verdad y Paz. 


domingo, 11 de septiembre de 2016

Un devocional a tu medida: Una pausa en tu vida MUJER

En el mes de octubre haré el lanzamiento de mi primer libro. Por la gracia de Dios pude volcar en estas paginas experiencias vividas a través del estudio de la Palabra y del diario transitar en los diferentes roles como mujer. Un devocional a tu medida, con una mirada liberadora de lo que Dios quiere diariamente en nuestras vidas. No te lo podes perder. Podes reservar desde ya tu ejemplar.
   

viernes, 5 de agosto de 2016

El andamiaje

Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Filipenses 1:6
El diccionario define a un andamiaje como: Un armazón de tablas usadas en las obras para colocarse encima y trabajar en ellas.
La vida podría compararse con un andamiaje. Las cosas que están escritas tanto positivas como negativa son como esas tablas donde la historia se apoya. Nuestra percepción, es que las circunstancias positivas son aquellas que dan resistencia o proveen un apoyo seguro; pero esta percepción no es real. También aquellos sucesos que no son tan fáciles de transitar, proveen a las tablas de nuestra vida, resistencia, fortaleza, elasticidad para colocarnos encima. El propósito de Dios para nuestras vidas es imperceptible desde la dimensión humana. No podemos tener conciencia del mismo en un 100%. Vamos transitándolo aun en la incertidumbre como si fuera ese andamio al que le agregamos tablas y bulones. 
Todo lo que vamos realizando en la vida, es como ese andamiaje donde se apoya Su obra y Su plan para nosotros.
Humanamente vemos una parte, pero el propósito o el objetivo primordial de Dios para nosotros es más que esa parte. Es un todo que se apoya en esas tablas que son nuestra historicidad
El mejor ejemplo de este modo de tratar de Dios con nosotros es la vida de Jose. Nació en un hogar especial. Su padre fue un patriarca sobre quien había promesas de Dios. Hasta su adolescencia fue el preferido de su padre. Todas las tablas eran livianas de llevar, hasta que el escenario cambió de un día
al otro. Lo secuestraron sus propios hermanos, lo escondieron en una cisterna, lo vendieron como esclavo, lo encarcelaron y se olvidaron de él juzgándolo injustamente. Todos esos años en Egipto, fueron de tablas muy duras, dolorosas, injustas, incomprensibles. Hasta que Dios le permite ver cuál era el objetivo que se estaba apoyando en ese andamiaje: Salvar a la familia de la muerte y con eso, salvar a una nación entera. ¿Cuándo vio José la obra completa? Al final de la historia. Y mientras transitaba ese largo proceso   supo que todo lo anterior era solamente una parte.
Así también hoy te preguntes: ¿Qué es lo que Dios va a colocar en el “Andamiaje” de tu vida? Revisarás las tablas para darte cuenta que viviste cosas que no entiendes: pérdidas, injusticias, tragedias como también logros y celebraciones y aun sigues armando el andamio.
Habrá un momento en el cual la obra de Dios se apoyará, se colocará en esas tablas y todo tendrá sentido. Algunos tienen la posibilidad de verlo en la tierra y todos tendremos posibilidad de verlo en el cielo, cuando Dios complete nuestra visión y te diga: “No me elegiste vos a mí, sino que yo te elegí a vos para que    completes la obra.

viernes, 22 de julio de 2016

Un pedido difícil: Amar a nuestros enemigos

Han oído la ley que dice: Ama a tu prójimo y odia a tus enemigos. Pero Yo digo: Ama a tus enemigos y ora por quienes te persiguen. Mateo 5:43-44
Uno de los sermones más conmovedores, basado en este texto, se tituló ¨Para amar a tus enemigos¨ y fue escrito en una prisión de Georgia. Luchando con las preguntas de por qué y cómo se debe amar, describió la manera en que ¨El odio multiplica al odio¨ en una espiral descendente de violencia y es exactamente tan perjudicial a la persona que odia como a su víctima. El amor es la única fuerza capaz de transformar a un enemigo en amigo, dijo, porque posee poder creativo y redentor. Siguió aplicando su tema a la crisis racial en los Estados Unidos. Por cerca de tres siglos los negros americanos habían sufrido opresión, frustración y discriminación. Pero Luther King y sus amigos estaban decididos a pagar el odio con amor. Entonces ellos conquistarían la libertad y vencerían a sus opresores y nuestra victoria será una doble victoria. Sermón escrito por el Reverendo Martin Luther King Jr.; Premio Nobel de la Paz (1964) predicado en la Iglesia Bautista de la Avenida Dexter, en Montgomery, Alabama,
el 17 de noviembre 1957.
¡Que chiquitos nos sentimos ante semejante discurso de amor!
Muchos líderes pacifistas fueron ejemplos de paz y de amor aun a quienes los habían torturado y esclavizado: Gandhi, Mandela, Corrie ten Boom, Víctor Frankl. y por supuesto, el mayor de los amadores, el que ES AMOR, Jesús. Quien aun estando en la cruz proclamo: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen
Muchos son los pasajes de la Biblia que insisten a modo de grito desesperado: ¡Amen! ¡Amen!
El ser humano tiene capacidad de amar. El amor de un padre a un hijo, el de los que se aman, el de los hermanos y amigos, da cuenta de esto. Pero nuestro egoísmo altera la calidad de este amor. Por eso, solamente a través de la Gracia de Dios podemos dejar de lado preferencias personales, y disponernos a amar aun a quienes nos hacen el mal.
“No hagan a nadie mal por mal, Procuren hacer lo bueno delante del hombre, no tomen venganza, Si tu enemigo tiene hambre dale de comer, si tiene sed dale de beber, no te dejes vencer de lo malo, vence con el bien el mal. Etc. Etc. Lo que incluyen todos los textos, aun en los distintos pasajes es un precepto inamovible: “La venganza no nos corresponde a nosotros, es asunto de Dios”
El amor que Dios nos enseña es no solamente palabras, sino servicio activo
La cúspide de esto sería la posibilidad e INTERCEDER por nuestros enemigos. Así como lo hizo Jesús en la cruz. “Padre perdónalos”
No alimentemos odio ni rencor contra nuestros enemigos. En nuestras relaciones surgirán personas que procuran nuestro mal. Deslealtades, engaños, desilusiones, traiciones, estafas, nos enfrentan con la realidad del dolor que algunas relaciones nos ocasionan. Nuestra respuesta innata es enojo que, si persiste, se transforma en algo venenoso para nuestro corazón. Por eso, Jesús nos indica: Amar de una manera activa.  Ni nuestro temperamento, ni si las causas son justificadas, nos eximen de la regla dada en este Sermón. Deshacernos de los deseos de venganza y del odio son el único camino hacia la paz en nuestras relaciones ¿Te lastimaron? Recurre al amor de Dios como fuente de misericordia y aplícala activamente. Y justo en el momento en que decides vengarte …AMA. Esta es la mejor carta de presentación para mostrar a Quien pertenecemos. A un Dios que es Amor.
He decidido apostar por el amor, el odio es una carga muy pesada. Martin Luther King




viernes, 15 de julio de 2016

Aceptar y recibir

Así que llegue a esta conclusión de que no hay nada mejor que alegrarse y disfrutar de la vida mientras podamos. Eclesiastés 3:12
¨Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo cambiar y la sabiduría para conocer la diferencia; viviendo un día a la vez, disfrutando un momento a la vez; aceptando las adversidades como un camino hacia la paz; pidiendo, como lo hizo Dios, en este mundo pecador tal y como es, y no como me gustaría que fuera; creyendo que Tú harás que todas las cosas estén bien si yo me entrego a Tu voluntad; de modo que pueda ser razonablemente feliz en esta vida e increíblemente feliz Contigo en la siguiente. Amen. “Seguramente habrán leído esta oración para la Serenidad. Así se llama. Más allá de las contradicciones, muchos coinciden en atribuir la autoría al teólogo americano: Reinhold Niebuhr quien fuera ordenado ministro de la Iglesia evangélica, luego pastor en Detroit hasta 1928 y después docente en el seminario teológico de Nueva York (1930-1960). Demostró la unión entre el liberalismo político y la teología bíblica. Sus ideas claras acerca de la igualdad y la justicia social combinaban sus enseñanzas con el evangelio.
La aceptación es una virtud. Muchas veces, esta palabra es confundida con conformismo y resignación como si fuera sinónimo de debilidad y pasividad. Sin embargo, aceptar la realidad tal como es incluye, ser esta persona determinada, con este carácter y no otro, con este temperamento, entre otros que existe, estas fuerzas, estas debilidades, estas habilidades y estas limitaciones. Aceptar mis posibilidades como así también mis límites. Implica entender que somos seres finitos y no omnipotentes. ¡Cuántos viven angustiados deseando ser otros! Insatisfechos, enojados con su historia y frustrados por lo que desearían ser y tener y no pueden. En ese espacio pierden de vista la realidad de sus posibilidades. Hacernos cargo de nuestra existencia y estar de acuerdo con nosotros mismos es el primer paso para comenzar a cambiar lo que necesitamos cambiar. Dios ofrece los recursos y acompaña esa experiencia.
La resiliencia parte de este primer estado de aceptación. No puedo crear nuevas posibilidades si no acepto la realidad que tengo.
El psiquiatra y psicoanalista Boris Cyrulnik divulgó este concepto que extrajo de los escritos de John Bowlby. Es un término que se toma de la resistencia de los materiales que se doblan sin romperse para recuperar la situación o forma original. Por ejemplo, un arco que se dobla para lanzar una flecha, o los juncos bajo la fuerza del viento. Cuando un sujeto o grupo es capaz de hacerlo, se dice que tiene una resiliencia adecuada y puede sobreponerse a contratiempos o incluso resultar fortalecido por estos. Actualmente, la resiliencia se aborda desde la psicología positiva, la cual se centra en las capacidades, valores y atributos positivos de los seres humanos, y no en sus debilidades y patologías, como lo hace la psicología tradicional. El concepto de resiliencia se corresponde aproximadamente con el término «entereza». Es superar algo y salir fortalecido y mejor que antes.
Ana Muñoz, motivadora personal amplia estos conceptos:
Características de las personas resilientes
Las personas resilientes poseen tres características principales: saben aceptar la realidad tal y como es; tienen una profunda creencia en que la vida tiene sentido; y tienen una inquebrantable capacidad para mejorar.
Además, presentan las siguientes habilidades:
Son capaces de identificar de manera precisa las causas de los problemas para impedir que vuelvan a repetirse en el futuro.
Son capaces de controlar sus emociones, sobre todo ante la adversidad y pueden permanecer centrados en situaciones de crisis.
Saben controlar sus impulsos y su conducta en situaciones de alta presión.
Tienen un optimismo realista. Es decir, piensan que las cosas pueden ir bien, tienen una visión positiva del futuro y piensan que pueden controlar el curso de sus vidas, pero sin dejarse llevar por la irrealidad o las fantasías.
Se consideran competentes y confían en sus propias capacidades.
Son empáticos. Es decir, tienen una buena capacidad para leer las emociones de los demás y conectar con ellas.
Son capaces de buscar nuevas oportunidades, retos y relaciones para lograr más éxito y satisfacción en sus vidas.
El modo de pensar de las personas resilientes
Las percepciones y los pensamientos influyen en el modo como la gente afronta el estrés y la adversidad.
El estilo de pensamiento de las personas resilientes se caracteriza por ser realista, exacto y flexible. Cometen menos errores de pensamiento (como la exageración o sacar conclusiones precipitadamente, sin evidencias que las corroboren) e interpretan la realidad de un modo más exacto que las personas menos resilientes.
Los beneficios de la resiliencia
Las personas más resilientes:
Tienen una mejor autoimagen
Se critican menos a sí mismas
Son más optimistas
Afrontan los retos
Son más sanas físicamente
Tienen más éxito en el trabajo o estudios
Están más satisfechas con sus relaciones
Están menos predispuestas a la depresión

LA Palabra de Dios nos deja ejemplos de personas que fueron resilientes. Una de ellas fue el apóstol Pablo. En Filipenses capítulo 4 dice: “He aprendido a contentarme cualquiera sea mi situación, se vivir humildemente y se tener abundancia, en todo y por todo estoy enseñado, así para tener hambre como para padecer necesidad. . todo lo puede en Cristo que me fortalece.
También en 2 Corintios 11:24 al 33, también describe situaciones críticas de las que él salió ileso, por la Gracia de Dios. También la historia de Jose o de Abraham o de David, son ejemplos de resiliencia.
Si bien hay personas que naturalmente tienen la habilidad de sobreponerse a las crisis con más habilidad que otros, por sus temperamentos o por los recursos con los que cuenta, para aquellos que creemos en Jesús, contamos con EL RECURSO que es Cristo en nosotros. Su poder y su fortaleza, nos provee de aquello que no tenemos. Implica, confianza en su Persona, pero más aún, descanso en que sus planes para nosotros son perfectos más allá de todo.
Cuanto más lugar damos a su Espíritu en nosotros, más viable ser poder enfrentar las crisis propias de la vida.

viernes, 8 de julio de 2016

El poder del silencio

El lenguaje y la palabra es lo propio del ser humano. Somos seres vivientes con la hermosa capacidad de socializar con otros lo más privado que tenemos que son, nuestros pensamientos. Y. eso es en sí, un misterio, un fenómeno nada sencillo, pero, por otro lado, el silencio, también es parte de la vida humana. Y no justamente referimos a quedarnos sin palabras sino al silencio que podemos sostener aun teniendo muchísimo para decir. A esa decisión personal de “Quedarnos en silencio” porque necesitamos introspección, meditación, reflexión y conexión espiritual. Ser dueño del silencio es una virtud. Quizá por eso hay tanto aturdimiento y no se valoran tanto los momentos de silencio como los que se llenan con ruidos y palabras. Si bien es importante hacer uso de nuestras palabras y decir todo lo que sea necesario decir, hay ciertas experiencias o sentimientos que solo se comparten en silencio con uno mismo. Y muchísima riqueza hay en eso.
Por la palabra tenemos la posibilidad de entrar en comunidad, intercambiar, emociones, opiniones o pensamientos; pero hay momentos en que hay que ser capaz de estar a “Solos” salirse un poquito de lo comunitario para revisar lo individual de nuestros propios procesos y ver en nuestro interior que es lo que Dios está hablando. Contemplar a Dios y meditar en Él, implica recortar otros ruidos, separarnos del aturdimiento y descubrir Sus atributos, sus planes y su Gracia para nuestras vidas.
El problema es que, a algunas personas, les es imposible entrar en contacto consigo mismo. Esto les resulta insoportable. Se escapan de sí mismos con palabras y ruidos ensordecedores. ¡Se aturden! Llenan los vacíos con palabras, que a veces ni siquiera tienen sentido. Eso genera saturación, violencia e intolerancia. Pero lo más peligroso es que nos aleja de la voz de Dios. Y con esto no estamos diciendo que hay que ser monjas de clausura. No se trata de aislarnos de la realidad ni de nuestra comunidad, sino de poner límites a aquellos que nos separa de escuchar su voz.
Hay una historia que refiere al profeta Elias en 1. Reyes 19:11-12. El fuerte Elias aturdido por la opresión de Acab y Jezabel, se ocultó deprimido en una cueva. Y entonces pasó el Señor. Pero no estuvo su voz ni en el huracán, ni en el terremoto, ni en el fuego, sino que, en la brisa silenciosa y suave, allí se hace presente para el agotado Elias, la voz y el entendimiento de él mismo y de Dios.
Por eso, es que respetamos los tiempos de silencio porque aun en la ausencia de palabras, nuestro ser total puede conectarse con lo que somos y lo que Dios es.
Hay otros ejemplos en el Nuevo Testamento, en los cuales, sin decir palabra, algunas personas se encontraron con lecciones que no hubieran aprendido de otra manera.
Pedro, el discípulo, negó tres veces a Jesús, para encontrarse con una “Mirada” sin palabras del Maestro pero que lo definió como cristiano y lo empujó a no abandonar nunca más, aun cuando él mismo fuera crucificado como Jesús.
La mujer que padecía flujo de sangre y estaba perdiendo su vida, sin encontrar respuestas, solo al tocar el manto de Jesús, encontró salud plena.
La viuda de Naim, quien iba a enterrar a su propio hijo para quedarse luego sola y desamparada, se encuentra con Jesús en la caravana hacia la tumba. No habla solo llora y allí se encuentra sin palabras con el consuelo de Jesús y la restitución de la alegría al devolverle a su hijo a la vida.
Otro ejemplo es el de la mujer pecadora que irrumpe la cena de hombres en la casa del fariseo para derramar perfume de alto precio en los pies de Jesús y sin palabras, en el silencio de la devoción y la contemplación encuentra el amor perfecto en el perdón y la reivindicación del Maestro.
El mismo Dios, a veces hace silencio en nuestras vidas. Oramos con fe, esperamos sus respuestas, pero Él calla. No responde. Nos cuesta esperar. Nos desanimamos, sin embargo, sus silencios son los modos que Dios usa para que nos conozcamos, produzcamos paciencia y desarrollemos la fe.

Estar quietos y en silencio nos ayuda a contemplar, a meditar y a encontrar la armonía necesaria para la introspección y el reconocimiento de su soberanía.


viernes, 1 de julio de 2016

La paciencia

Definición: Se plantea tanto como actitud o como capacidad, de sobrellevar situaciones difíciles y conflictos de diversa índole. Se caracteriza porque quien la posee actúa con tranquilidad, es decir, que por más adversa que le resulte una realidad no pierde la calma. Se relaciona generalmente con el valor, la madurez y la perseverancia.
Proviene de la palabra pati, que significa sufrir, lo cual se relaciona con que, para esta actitud, para esperar hay que padecer, y se hace con la conciencia de que el beneficio llegará sin importar su origen
La relación que los seres humanos tienen con el tiempo es cambiante. A lo largo de los siglos el hombre intento no solo medir el tiempo sino ganarle al tiempo. Superar records y desafiar los límites que el tiempo impone. Si bien esto demuestra lo amplio que el ser humano puede llegar a ser y el despliegue de sus capacidades, quizá ha dejado como consecuencia un sentimiento de intolerancia ante las cosas que “se tardan”, La espera es intolerable. Vivimos en un contexto donde el “llame ya” y lo “instantáneo” hace que todo sea rápido y efectivo. Para comer ya no hay que buscar la leña y prender el fuego porque el microonda en instantes cocina cualquier manjar. Para comunicarnos ya no es preciso escribir cartas y esperar a que un cartero las entregue en mano porque el WhatsApp lo soluciona en seguida y ni siquiera la distancia es un impedimento. En este contexto hablar de desarrollar la PACIENCIA parecería casi chistoso o imposible. Nos acostumbramos a las cosas rápidas y si algo tarda un poco nos ponemos impacientes y molestos. Las esperas nos descontrolan y desatan ira, enojo, frustración e impulsividad. Hablar de falta de control de impulsos es un diagnóstico más que común y la hiperactividad también se suma a la lista de patologías propias de la relación del ser humano con el tiempo y con el control de sí mismo, entre otras cosas que las generan.
La paciencia absoluta no existe, sino solamente en Dios. Él tiene paciencia perfecta con nosotros y con todo el Universo. En cambio, el ser humano debe “desarrollar la paciencia".
Ahora bien… ¿Dónde se genera la impaciencia? Justamente en esa zona de tensión entre lo que “es” y lo que querría que fuese. Entre lo que es y lo que espero que sea. Entre el tiempo presente y el futuro. La vida se nos presenta como ES. Los acontecimientos históricos no siempre podemos cambiarlos. La vida se nos va “viniendo” y a lo sumo podemos llegar a modificar algunas cosas. Desarrollar la paciencia es primeramente aceptar las cosas como se nos presentan. Comprender y acompañar los procesos soportando aquello que no podemos modificar, pero esperando con paciencia lo que deseamos y por lo que quizá estamos trabajando.

También tenemos que desarrollar paciencia con las personas que nos rodean. Ya sea en la vida familiar o social puede que existan personas que sean difíciles de soportar. Tener paciencia es esperar con optimismo los cambios como también aceptar al otro como es sin intentar cambiarlo al modo en que uno desea cambiarlo. La paciencia es necesaria para desarrollar buenas relaciones. Proverbios 25:15 y para ampliar la comprensión de lo que los demás son o hacen, nos hace más sensibles.
Otra área donde se requiere paciencia es con nosotros mismos. A veces no estamos conformes con lo que somos y tenemos y no podemos sobrellevar ni nuestras propias vidas. Romanos 5:4 dicen que la paciencia nos ayuda a soportar las pruebas. Madura nuestro carácter. Nos hace estables y firmes. Aunque no haya resultados prontos en las pruebas y las dificultades, si asumimos los momentos difíciles con paciencia, nuestra fe en vez de debilitarse, se fortalece.
La paciencia es el resultado de poder controlarse a uno mismo. Dice en 2 Pedro 1 que al conocimiento hay que añadirle dominio propio y al dominio propio, paciencia. No por casualidad la Biblia pone la lista de virtudes encadenadas una de la otra. Creo que el sentido de esta lista del capítulo 1 de 2. Pedro enlaza a la madurez y a la piedad con conocer, comprender dominar las propias pasiones para luego poder vivir y experimentar paciencia con la vida, con los otros y con uno mismo. Sin control y dominio propio es imposible la Espera.  Es por eso que la idea de fuerza entra en juego en estas palabras. Para poder controlarse y dominarse a uno mismo hay que poder sostener con fuerza la tensión que se produce entre lo que Es y lo que necesito que SEA.
Estamos acostumbrados a buscar resultados inmediatos en todo. Entonces soportar los procesos se hace insostenible. Algunos reaccionan con ira ante lo que no se da, otros con depresión, otros con trastornos de ansiedad y otros salen a la vida impulsivamente en una búsqueda desesperada por alcanzar lo que no tienen. En ese carril descontrolado, las familias se separan, los matrimonios se divorcian pronto, los jóvenes se apresuran a tomar decisiones y los adultos viven insatisfechos todo el tiempo.
En términos generales, la paciencia incluye algo de sufrimiento. Soportar y sufrir no son emociones muy agradables, pero si, son necesarias a la hora de desarrollar un carácter maduro, estable y con la posibilidad de comprender las circunstancias por más adversas que se presenten.
La paciencia ejerce poder. Es poderosa. No es pasiva sino activa
Es el espíritu que puede sobrellevar las cargas por su esperanza inflamada, no por simple resignación; no es el espíritu del que se sienta, dispuesto a soportar estáticamente, sino el que conlleva la adversidad porque sabe que está siguiendo un camino que conduce a la gloria; no es la paciencia del que aguarda ceñudamente el fin, sino del que espera radiantemente un nuevo y mejor amanecer. (Williams Barclay)