“Con su lengua hablan
mentiras…Que caigan por sus propios consejos. “Salmo 5:9-10
La Biblia, la Palabra de Dios,
relata historias reales, de personas reales, con vivencias reales y emociones
reales. Los Salmos también expresan la voz de esas personas en forma de poesía
y canción. Los enojos, los miedos, las injusticias, las alegrías y los deseos
del corazón se perciben en cada verso cuando uno recorre con atención la
lectura. El rey David fue uno de los autores best seller de los Salmos. En esta
situación aparece pidiendo a gritos que Dios haga justicia ante sus enemigos,
que fracasen sus planes malvados y que caigan por sus malos consejos. Como
vulgarmente decimos: “El pez muere por su propia boca”.
Amiga, quizá este
grito pueda estar siendo tu grito, quizá estas sufriendo alguna situación
injustamente. Quizá las mentiras hayan roto tu corazón dañando tu confianza y
desees de todo corazón que se haga justicia de alguna manera. Tienes derecho a
expresar lo que sientes a reconocer tus emociones y registrarlas. Pero si sólo
queda en un grito o en una expresión, no harás nada más que descargarlas. El
rey David sabía esto. Por eso más allá de hacer audible su voz, puso su
confianza en Aquel a Quien dirigía sus asuntos personales. Hablar de confiar, parece contradictorio
cuando la misma confianza ha sido traicionada. Parecería más sencillo desear
venganza o quedarse instalada en el enojo; pero Jesús puede restaurarla y más allá
de escucharte ÉL quiere recibirte, darte seguridad y atender a tus asuntos con
justicia perfecta. Nadie más que Él rechaza la mentira, la traición y la
maldad. Conocer el carácter de Dios nos da seguridad. Su persona es nuestra
garantía.
UNA PAUSA EN TU VIDA MUJER © Copyright 2016 por Miriam Martini
Si haces oír tu voz, eso es bueno, pero si se
la haces oír a Dios eso será ¡Sorprendente!
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