viernes, 4 de noviembre de 2016

Amores hipócritas


“Cómo dices: ¿Yo te amo, cuando tu corazón no está conmigo?”  Jueces 16:15

Confundido entre otros árboles parecidos, se entremezcla allí, muy pegadito a cualquier otro, el “Árbol hipócrita”. Un ejemplar del tipo parasitario que crece abrazando con sus ramas y raíces a otro árbol de quien se alimenta y a quien poco a poco va matando y dejando totalmente seco. Parece una tierna imagen de “Amor” ver a los árboles abrazados, pero lo real es que más que amor es una muerte segura.

Amigas algunas de nosotras construimos relaciones de este tipo. Abrazamos con una dependencia excesiva a otras personas: pareja, hijos, amigos y padres. O, por lo contrario, permitimos que otros se abracen a nosotras invadiendo toda nuestra experiencia y dejándonos como víctimas de sus necesidades. Sansón y Dalila se abrazarían de esta manera ¿No te parece? Ella fingió amar a Sansón, pero su única intención era descubrir su secreto para dejarlo sin fuerzas favoreciendo de esta manera una estrategia política. Sansón, llevado por su debilidad, se dejó “Parasitar por esta relación” sin poder poner ningún tipo de límites llegando al extremo de desear la muerte: “Presionándole ella cada día con sus palabras el alma de Sansón fue reducida a mortal angustia” Contrario a Dalila, a algunas mujeres se les enseñó a ser dependientes. Aprendieron a centrar sus vidas alrededor de otras y a enlazarse en relaciones que no les han permitido crecer y desarrollarse en un clima de confianza, seguridad, cuidado y libertad, confundiendo la resignación con el amor responsable y maduro. Dios dice que en el amor NO hay temor y dejó el perfecto ejemplo de un amor sincero, genuino y eterno a través de Jesús. Su entrega fue desinteresada, sin buscar a cambio ningún provecho personal sino solamente ser esa persona en quien deposites tu confianza simplemente porque es Dios y SU AMOR NO DEFRAUDA, sino que te da seguridad, confianza, libertad y VIDA.

UNA PAUSA EN TU VIDA MUJER  © Copyright 2016 por Miriam Martini

Que tu vivencia de amor sea para vida y no para muerte

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