viernes, 28 de abril de 2017

¿Te recordarán?


“Les aseguro que esto que ella hizo se recordará en todos los lugares donde se anuncie el evangelio”. Marcos 14:9
Las cosas que pasan cotidianamente en la intimidad de una casa pueden cansarnos, saturarnos, estresarnos y dejarnos el gusto monótono de la rutina. Nos convertimos en autómatas de la tiranía de “Lo que debo hacer”.  Lo más crítico es que muchos de esos días perdemos el sentido de trascendencia en lo que hacemos sea cual fuere nuestro rol: madre, esposa, hija, abuela. Etc. Quizá porque calificamos de trascendentes sólo a aquellos momentos muy especiales. Damos más valor a un día de cumpleaños, una navidad, el primer día de clases u otros de tantos. Sin darnos cuenta dejamos pasar como si nada aquellos comunes. Los días de “Todos los días”. En este relato hay una mujer en uno de esos días donde un banquete, como tantos otros, se estaba sirviendo en su casa. No era la primera vez que Jesús se hospedaba en este lugar. Era común esta visita. Eran amigos, pero este encuentro serio trascendente. María, la hermana de Lázaro, se corrió de lo natural de ese banquete para transformarlo en algo sobrenatural, maravilloso y único. Jesús reconoce que esta mujer había hecho lo único que podía hacer, ungiéndolo para su muerte que estaba muy cerca. Nadie había percibido esta necesidad de Jesús. Todos hicieron lo que siempre se hacía, comer y compartir el encuentro. Ella hizo algo más allá y trascendió. A lo largo de la historia, en cualquier lugar del mundo donde se predique el evangelio, se recordará el gesto de amor de esta mujer que entendió el significado de la muerte de Jesús.

“Amigas, que no nos capture la rutina. Que no perdamos la visión de trascendencia que tiene todo lo que hacemos como mujeres. Que podamos convertir en sobrenaturales los momentos más naturales del día. Que tu entrega sea alabada, mencionada, recordada más allá de tu casa y que cuando se nombre el evangelio, eso tenga que ver también contigo.

UNA PAUSA EN TU VIDA MUJER  © Copyright 2016 por Miriam Martini

“Lo rutinario de una casa puede convertirse en trascendente para el avance del Evangelio”

María, hermana de Lázaro

viernes, 21 de abril de 2017

Caminando en la integridad

“Dios bendice a los hijos de la mujer honrada cuando ellos siguen su ejemplo”
 Proverbios 20:7(NVI)

Hay una frase que dice Lo que reposa detrás y al frente de nosotros son pequeños detalles en comparación a lo que reposa dentro de nosotros. (Ralph Emerson). Esta y muchas otras intentan definir la importancia de un carácter íntegro, honesto, confiable y sin dobleces. Claro está que, lo que mostramos ante los demás no necesariamente es lo que somos en verdad. Nuestro carácter es lo que verdaderamente somos. Es esa imagen interna desde donde nos percibimos como personas. Y esa percepción de nosotras mismas determinará las respuestas que demos a todos los sucesos que transitemos sean buenos o no lo sean tanto. Nuestro contexto y nuestra historia nos pondrán, a lo largo de la vida, en diferentes “personajes” que podremos llegar a asumir. Estudiantes, madres, hijas, novias, empleadas, vecinas de un barrio, profesionales etc. Pero nuestro carácter pondrá de manifiesto a la “Persona” real   más allá del personaje. Esa relación con nosotras mismas es lo que en verdad somos. Lo demás lo demostramos.

Amigas, entre tanta definición hoy quiero que pensemos en las bendiciones de un carácter íntegro. Principalmente porque según nuestro proverbio de hoy, la integridad tiene promesa y genera influencia en otros que nos acompañan en la vida, como por ejemplo los hijos (Y no es poca cosa) La mayor demostración de la integridad está en la actitud que tenemos. Una actitud correcta hacia las cosas que nos suceden, demuestra que, aunque esté la ocasión de hacer lo incorrecto, nos posicionaremos con autoridad sobre las mismas. Otro aspecto interesante es la verdad, la autenticidad. Si somos congruentes entre lo que pensamos y sentimos, no andaremos por la vida con “Dobles discursos”. Esto nos lleva a resaltar que también una mujer íntegra atiende con especial interés sus pecados. Los reconoce y los confiesa. Abarcando a todos, ser íntegra implica ser consecuente con la Verdad de Dios. ¿Lo eres?

UNA PAUSA EN TU VIDA MUJER  © Copyright 2016 por Miriam Martini

Por eso, conocer a Dios íntimamente y relacionarte con Él genera un sistema de transformación y cambio hacia esa vida honesta que se proyecta más allá de nosotras y bendice a otros.

viernes, 14 de abril de 2017

El secreto de “Tus” ojos.



“Entonces vuelto el Señor, miró a Pedro y Pedro se acordó” Lucas 22:61
 No hay duda que los ojos expresan nuestras emociones. Acompañamos con la mirada cada estado del alma. La experiencia visual es el resultado de un proceso no sólo producto de los sentidos, sino de complejos sistemas de conexiones en nuestro cerebro. Al menos un cuarto de cerebro está involucrado en el proceso de la visión. Entendemos el mundo que nos rodea mirándolo. Percibimos sus formas y sus colores, así como también, guardamos secretos en los ojos. Acumulamos rencores, engaños, traiciones, tristezas, alegría y amores. En el año 2010 una película argentina fue premiada como mejor película extranjera con un Oscar. El título de la misma era justamente: “El secreto de sus ojos”. La trama hacía referencia a la persistente investigación que un agente judicial persigue para descubrir al autor del crimen de una joven en su departamento. Le lleva años descubrir al asesino y llega hasta él siguiendo la pista de “Sus ojos”. Es la mirada de este joven hacia la chica   en una fotografía vieja, lo que lo pone en evidencia.

Amigas nuestras miradas no quedan afuera de esta realidad. Hoy quiero que pienses en los secretos de “Tus” ojos. En aquellas verdades de tu alma que sólo tú conoces y que no te animas a poner en palabras. Si hay una escena que me gustaría repetir en el cielo para estar presente, es esta del relato cuando entre Jesús y Pedro se cruzó una mirada SIN palabras. ¡Cuántas cosas se dijeron ambos sin hablar! Todos los secretos que Pedro venía guardando en su corazón quedaron al descubierto en la mirada del Maestro. Miedos, vergüenza, terror, inseguridad y traición, seguramente fueron las palabras que Pedro le dijo a Jesús al mirarlo. Y un TE AMO más allá de todo, lo que Jesús le respondió con la suya. Solamente Tú sabes qué cosas guardas en tu alma y no puedes expresar, tú eres la dueña de tus secretos, de tus engaños, de tus miedos, de tus vergüenzas   y dolores. Si abres tu corazón a Jesús, El abrirá tu mirada.

UNA PAUSA EN TU VIDA MUJER  © Copyright 2016 por Miriam Martini

“Abre mis ojos y miraré las maravillas de tu ley”. Salmo 119:18

viernes, 7 de abril de 2017

Con luz propia.

“Ustedes son la luz del mundo” Mateo 5: 14

El tsunami del sudeste asiático de diciembre del 2004 fue una de las catástrofes de mayor magnitud de la historia. Un desastre natural que dejó casi un total de 500,000 muertos más miles de heridos y desaparecidos. Tristísimo recuerdo. Pérdida irreparable. Entre tanta desolación y destrucción, el mar arrojó a la costa extraños peces habitantes de los sitios más profundos del océano causando el asombro de los científicos. Ejemplares de peces “abisales”, habitantes de los 6000 metros de profundidad allí donde la luz no llega, ni tampoco el buzo más experto. Estas criaturas poseen un sistema lumínico propio. Alojan bacterias bioluminiscentes que les proporcionan la luz necesaria para desplazarse en lo oscuro del abismo. Es fantástico ver imágenes tomadas de esta rareza del universo marítimo. Allí donde todo es oscuridad, las luces abisales encienden los colores más llamativos y diversos que puedas imaginarte. ¡Bellísimo!
Quizá algo así nos quería decir Jesús en su majestuoso Sermón de la montaña:” Ustedes son Luz del mundo. Iluminen. Brillen. Enciendan. Pongan todo el color posible a la vida humana” Pero ¿Cómo hacerlo? Te preguntarás. La función de la luz es iluminar en la oscuridad. Nuestra responsabilidad es ejercer esa influencia positiva demostrando la VERDAD, la bondad y el amor de Dios. John Stott dice: “No debemos ocultar la verdad que sabemos ni la verdad de lo que somos, debemos ser visibles
a causa de nuestro cristianismo.”

Amigas, no sé si puedes comprender el impacto que tu vida puede ser allí en la comunidad donde vives cuando te animas a mostrar a través de tus obras, la LUZ de Jesús. Tampoco sé si tú misma te sientes en luz.  Así como el océano, muchas de ustedes pueden sentir que están a “Oscuras”, sin la luz necesaria para ver el camino que tienen que escoger.  Sin esperanza para seguir adelante. Jesús dijo: “YO soy la LUZ del mundo, el que me sigue no andará en tinieblas”.  Su Amor atraviesa la profundidad más oscura. Su amor no tiene medidas.

UNA PAUSA EN TU VIDA MUJER  © Copyright 2016 por Miriam Martini

Si no queremos que avancen las tinieblas, entonces ¡BRILLEMOS!