¡Vuelvan a buscarme y
vivan! Amós 5:4
Un fenómeno extraordinario es participar junto con la naturaleza en un
amanecer y si este ocurre en el mar o en las montañas más maravilloso aún. Es
notable que antes de que tú y yo podamos ver el día y que los primeros rayos del
sol despunten e iluminen la Tierra una vez más, los animales comienzan a emitir
sus sonidos, anunciando que se fue la noche y aparece el día. Los ruidos del
amanecer son especiales. Son la respuesta armónica que los animales ofrecen
recibiendo la luz del Sol. ¡Es una
delicia escucharlos!
Amiga algo distante de esta postal que te describo,
comienza también tu día. El primer ruido que escuchas, es tu alarma que te
avisa que hay que ir a trabajar o que tienes que despertar a tus niños para ir
a la escuela. Antes debes poner la ropa sucia en la máquina y sacar del freezer
algo para cocinar después. También dejas notitas y recordatorios en la puerta
de la refrigeradora para que tu familia las lea mientras tú no estás. En medio
de esto chequeas lo que hace falta, porque pasarás por el mercado para hacer compras.
Preparas el desayuno, las viandas, revisas mochilas y respondes las preguntas
de tu familia acerca de a dónde está esto a o aquello. Antes que el Sol
despunte ya quieres “Bajarte del mundo” como gráfica tan bien una tira de
Mafalda, icono de la caricatura argentina, creada por Quino desde 1964 a 1973. Es
que el cableado del cerebro femenino nos permite hacer mil cosas a la vez casi
sin darnos cuenta. Lo peor del caso es que muchas veces, los demás tampoco se
dan cuenta y exigen, demandan y dependen. Jesús valora y reconoce diariamente
tu servicio. Para ÉL no pasas desapercibida. Pero te invita a que “Pares tu mundo”
y Lo busques, porque encontrarte con ÉL es VIDA.
UNA PAUSA EN TU VIDA MUJER © Copyright 2016 por Miriam Martini
Que tu “HACER” no te prive el derecho
de asistir a tu cita con Jesús
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