viernes, 16 de diciembre de 2016

Bajo presión


“Sabiendo que la prueba de nuestra fe produce paciencia.” Santiago. 1:3

Un cuento popular narra la historia de un padre que intentó explicarle a su hija acerca de las dificultades de la vida. Para esto llenó tres ollas con agua y las puso a calentar. Cuando el agua llegó al punto de ebullición colocó en una zanahoria, en otra un huevo y en la otra, granos de café. Luego invitó a su hija a observar qué ocurría con cada elemento. Así la niña pudo ver que las zanahorias se habían ablandado, el huevo se había endurecido y los granos de café habían cambiado el agua dándole un rico aroma y sabor. La niña entendió que los tres elementos respondieron de manera diferente ante la misma circunstancia. Algo así nos sucede a nosotras. No hay dos personas iguales, somos distintas por naturaleza.  No existen dos cerebros que piensen de la misma manera ni dos huellas digitales que se repitan. Todas tenemos un modo único y singular de responder ante situaciones iguales o parecidas.
Amigas, las invito a revisar estas respuestas: ¿Te vuelves blanda cuando la dificultad aparece? ¿Te caes y te sientes víctima del fracaso y de la decepción?, ¿Te endureces   y te vuelves rígida sin permitirte la ayuda ni la compañía? o ¿Eres como el grano de café que ante las dificultades reaccionas mejor y cambias hasta el ambiente que te rodea? Seguramente ya tendrás tu propia respuesta. Más allá de nuestros modos y maneras, las dificultades tienen una respuesta EN Dios. Una paráfrasis de este versículo dice: “Cuando nuestra confianza en Dios sea puesta a prueba, ustedes aprenderán a soportar con más fuerza las dificultades”. Puede parecer hermoso leerlo, pero ¡Qué difícil es vivirlo! ¿No es cierto? Sin embargo, Dios no te pide que seas algo diferente a lo que eres, sino que DESDE lo QUE ERES, te enfoques en su poder y desarrolles paciencia, fortaleza y aprendizajes que puedan aún fortalecer a otros.

UNA PAUSA EN TU VIDA MUJER  © Copyright 2016 por Miriam Martini

El punto de ebullición puede transformar el agua insípida en un sabroso café.

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