Habíamos dicho en programas anteriores que un límite es un
“Hasta acá”, que define quien soy,
quien no soy, que me gusta, que no me
gusta, que quiero, que no quiero.”
Algo en lo que hoy vamos a enfocarnos es que un límite también debería definir QUE PIENSO Y QUE NO PIENSO. Cuáles Son
nuestras CONVICCIONES? ¿Qué cosas sostengo como verdades?
Toda nuestra historia va siendo atravesada por
significados, desde que somos bebes nos
van “Bañando” de los mismos y vamos siendo hablados por la cultura. Es la
figura materna la que primeramente
otorga estos sentidos simplemente en escenas tan cotidianas como cuando
dice: “El bebe llora porque tiene sueño” o…” Lo que sucede es que tiene hambre”
o…” Quiere Upa”.Etc.Etc.
Es así que una y otra vez nos van llegando
desde afuera todos los conceptos y mandatos aquellos que hacen a nuestra
identidad y a nuestra cultura y desde ahí nosotros también vamos construyendo
nuestros “Propios” sentidos que son los que hacen posible que vayamos
entendiendo al mundo, interpretándolo y dando respuesta a nuestras
experiencias.
Hay algunas cosas que creemos, otras que
dudamos y otras que entran en conflicto entre lo que pensamos y lo que
sentimos; pero hay otras cosas de las que estamos ABSOLUTAMENTE CONVENCIDOS y
con las cuales ACORDAMOS plenamente, esto yo le llamo CONVICCIONES.
Poner límites en lo que creo es definir esas convicciones,
esas normas que van a sostenerme o a sostenerse mas allá de cualquier circunstancia
o crisis que tenga que enfrentar.
La pregunta entonces es ¿De qué cosas estas
convencido? ¿Cuáles son esas convicciones que sostienen tu vida personal,
familiar, social, espiritual, laboral, Etc. Etc.
Puede ser que quizá respondas a esto diciendo:
·
No
tengo demasiadas convicciones. Pienso que todo es relativo.
·
Tengo
convicciones que se van acomodando a lo que yo quiero justificar
·
Realmente
acepto las normas dictadas por Dios en sus mandatos y preceptos y enfoco mi
experiencia alineada con esas normas y verdades
Y…dependerá
de cómo te respondas a esto, como será tu carácter, tu proyecto de vida o tu
determinación ante las decisiones que debas tomar.
La Biblia
nos invita a “Renovar “nuestra mente y a ser “Transformados” a través de dicho
proceso.
Renovar
nuestra mente es poner límites en nuestro pensamiento, es pensar los
pensamientos de Dios, aceptar las normas de Dios y hacerlas propias entendiendo
que las mismas están por fuera de nosotros pero que están pensadas por Dios
para nuestro bien, para nuestro beneficio, para recibir bendición. El no las
impone, En las presenta y nos hace responsables y autónomos para elegirlas.
Tener convicciones requiere despojarnos muchas veces de creencias o
presunciones que hemos ido construyendo y que no han sido buenas o verdaderas.
Significa que debemos dejar atrás errores o mentiras para sustituirlas por la
verdad de Dios
Andy
Stanley dice: “No puedes llenar la mente con la verdad hasta que hayas
identificado y quitado las mentiras que residen en ella.” Crear convicciones
nos da discernimiento, entendimiento, sabiduría y nos prepara un camino anclado
en la verdad.
Forjar un
carácter determinado por verdades es
posible cuando conocemos acerca de las mismas y las aplicamos siempre que es
necesario más allá de que aparentemente
nos convenga o no.
Creer lo
que nos conviene es fácil, alinear nuestra
experiencia según nuestras normas, deja de lado a Dios y a Su verdad y
el resultado serán hombres y mujeres
inestables o poco íntegras.
Desde los
orígenes esta fue la lucha del hombre.
En el Edén, la caída comenzó cuando es escuchada la mentira:” ¿Con que Dios les
dijo?”.A partir de ahí…las convicciones que Eva y Adán tenían se pusieron en
juego y optaron por acomodar sus necesidades a sus propias normas.
Jesús
mismo fue tentado con la misma táctica ¿Con que dices ser Hijo de Dios?, bueno
entonces tírate del pináculo y vendrán ángeles a rescatarte… ¿Con que tienes
hambre?, bueno, convierte las piedras en pan, ¿Con que viste todos estos
reinos?, Bueno te los daré si me adoras.
Y así hoy,
Sigue instalando dudas y confusión en nuestros corazones para que reemplacemos
las convicciones alineadas con la verdad para desviarnos tras de mentiras,
engaños y filosofías que parecen buenas y nobles pero que dejan de lado a Jesús,
a su Cruz y a su Palabra.
Judas 24
dice: “A los que dudan convencedlos”.
1. Cor 14:20 “No sean niños en el modo de
pensar”
1 Rey
18:21. “Hasta cuando seguirán
indecisos titubeando entre dos
opiniones?”
Tus
convicciones determinan tu carácter y Jesús te invita a aceptar como
convicciones Sus Verdades… ¿Qué vas a hacer entonces con tus mentiras?
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