Quizá tengamos que reconocer que últimamente la balanza se balanceo tanto en la mirada de la “Gracia de Dios” que hicimos perder peso a las “Obras” y, en verdad esto esta BUENO si lo pensamos desde lo que una persona necesita para alcanzar la vida eterna.”Por GRACIA somos salvos” Ro 3:24 pero como consecuencia de esta relación con Dios de esta vida espiritual, todo lo que es bueno debería controlar cada día mas nuestro presente es esta vida.
*¿Estamos haciendo cosas buenas? ¿Actuamos lo mejor que podemos en cada situación?
Esta sociedad necesita hombres y mujeres que hagan el bien, que rompan con la naturalización del egoísmo, la soberbia, el individualismo, la promiscuidad, la avaricia, la envidia, los celos, la violencia y que avancen las obras de la luz.
Hay una escena en la vida de Jesús que refiere algo muy particular. En Mateo 11:2-7 cuando Juan el Bautista envía a sus discípulos a preguntar si Jesús era el Mesías, la respuesta que Jesús les da es: “Vayan y díganle a Juan que los ciegos ven, los cojos andan, los sordos oyen, los leprosos son limpiados los muertos resucitan...” O sea que puso el acento en esa “Evidencia” que legitimaba su persona y las características del Reino de Dios en la Tierra.
En este contexto también Jesús dice en el sermón del Monte: Así brille vuestra luz delante de los hombres.” Mt 5:16
Estas buenas obras están potencialmente en todos los que nos encontramos arrepentidos de la cruz ante la Cruz de Cristo.
Como declara Stgo. 2; 26 “la FE sin obras es muerta” .Podemos involucrarnos en buenas obras porque hubo una CRUZ donde quedo clavada nuestra naturaleza pecaminosa y somos desde ahí transformados por la mano de Dios, nuestro arquitecto.
Necesitamos marcar tendencia, un estilo de vida que no se acomode al mal sino que avance contra el mal.
Santiago 3:13 dice; que somos sabios y entendidos si mostramos por nuestras obras, nuestra buena conducta.
¿Qué nos impide hacer el bien?
- Naturalizaciones que nos convencen del famoso “Todos lo hacen”
- Engaños que convierten el bien en mal y el mal en bien poniendo en duda la Verdad de la Palabra de Dios
- La soberbia de un corazón que cree que todo lo sabe y que se asegura que con el “Yo soy así” puede justificar aspectos de una vida de desobediencia.
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