domingo, 21 de junio de 2015

Encrucijada

Hoy vamos a pararnos en un lugar incomodo de la experiencia humana, en esos momentos donde la vida nos pone en una “Encrucijada”, donde el camino de la vida nos sorprende con un desvio a dos direcciones, donde al igual que la  topografía de un laberinto, no vemos fácilmente la salida aunque sabemos que en algún punto esta.
¿Qué sentimos cuando esto nos esta pasando? confusión, miedo, duda, inseguridad, desesperación a veces.
¿Por qué creemos que la vida nos enfrenta a situaciones así? Porque somos seres finitos y no tenemos la total dimensión de lo que  sucede. Vemos “En parte”. Nuestra visión tiene la limitación del tiempo y del espacio y no esta (todavía) ampliada en la dimensión eterna.
¿Para que atravesamos estos laberintos? Salmo 25:12 dice que Dios enseñará el camino que debemos andar. A veces, estas circunstancias se nos presentan para desarrollar o desplegar confianza y fe en la persona de Cristo y para profundizar una relación espiritual con El en la que yo pueda llegar a ese punto de “entregar y ceder todos mis derechos a su voluntad.
En Génesis 13:9, Abraham se encontró en una encrucijada, habia que elegir territorio entre el y su sobrino Lot; pero cedió sus derechos de elección y se entrego a la dirección de Dios y así salió bendecido, enriquecido y eligiendo el lugar que lo acercaría mas a la adoración a Dios y a su conocimiento de El. No se puso el mismo delante del camino sino que puso a Dios por delante (Gn.17:1). Parecería entonces que;

  •  Profundizar mi relación con Dios
  • Entregarme a Su persona
  • Desplegar la virtud de la FE
  • Desarrollar confianza y seguridad, son entonces algunos de los propósitos en las encrucijadas.
Ahora bien… ¿Cómo puedo salir? ¿Con que herramientas cuento?
Santiago 3:13-18 nos describe algo acerca de la “Sabiduría espiritual”. Esa sabiduría que viene de lo alto, que no es nuestra sino del Espíritu en nosotros  se caracteriza por:

  • una vida honesta, sin mentiras ni clandestinidades
  •  un carácter humilde, libre de soberbia y orgullo
  • transparencia
  •  pureza
  • compasión y PAZ
Si en medio de esos laberintos desarrollamos un carácter de dependencia de Dios y obramos con “Sabiduría” (En los términos que se describe lo que Dios llama sabiduría)  entonces la SALIDA será visualizada antes que perezcamos en el intento porque Dios tiene esa salida  y porque  ese crecimiento nos permitirá subir un escalón para ver las cosas con o desde otra dimensión en la altura.
También Filipenses  4:8 nos orienta a pensar en lo correcto. Si seguimos esas luces encendidas por la palabra de Dios, no habrá laberinto tan oscuro ni encrucijada tan opuesta que nos confunda o nos deje en el exilio espiritual. Es una cuestión de mirada!!


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