Hoy vamos a pararnos en un lugar incomodo de la
experiencia humana, en esos momentos donde la vida nos pone en una
“Encrucijada”, donde el camino de la vida nos sorprende con un desvio a dos
direcciones, donde al igual que la
topografía de un laberinto, no vemos fácilmente la salida aunque sabemos
que en algún punto esta.
¿Qué sentimos cuando esto nos esta pasando? confusión,
miedo, duda, inseguridad, desesperación a veces.
¿Por qué creemos que la vida nos enfrenta a situaciones así?
Porque somos seres finitos y no tenemos la total dimensión de lo que sucede. Vemos “En parte”. Nuestra visión tiene
la limitación del tiempo y del espacio y no esta (todavía) ampliada en la
dimensión eterna.
¿Para que atravesamos estos laberintos? Salmo 25:12 dice
que Dios enseñará el camino que debemos andar. A veces, estas circunstancias se
nos presentan para desarrollar o desplegar confianza y fe en la persona de
Cristo y para profundizar una relación espiritual con El en la que yo pueda
llegar a ese punto de “entregar y ceder todos mis derechos a su voluntad.
En Génesis 13:9, Abraham se encontró en una encrucijada,
habia que elegir territorio entre el y su sobrino Lot; pero cedió sus derechos
de elección y se entrego a la dirección de Dios y así salió bendecido,
enriquecido y eligiendo el lugar que lo acercaría mas a la adoración a Dios y a
su conocimiento de El. No se puso el mismo delante del camino sino que puso a
Dios por delante (Gn.17:1). Parecería entonces que;
Ahora bien… ¿Cómo puedo salir? ¿Con que herramientas
cuento?
Santiago 3:13-18 nos describe algo acerca de la “Sabiduría
espiritual”. Esa sabiduría que viene de lo alto, que no es nuestra sino del Espíritu
en nosotros se caracteriza por:
- una vida honesta, sin mentiras ni clandestinidades
- un carácter humilde, libre de soberbia y orgullo
- transparencia
- pureza
- compasión y PAZ
También Filipenses
4:8 nos orienta a pensar en lo correcto. Si seguimos esas luces
encendidas por la palabra de Dios, no habrá laberinto tan oscuro ni encrucijada
tan opuesta que nos confunda o nos deje en el exilio espiritual. Es una
cuestión de mirada!!
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