Dice Stanley: “Tu mente es la torre de control de tu vida”. Lo que define tu vida
es la manera en que la piensas. Todo lo que erres en el presente está
íntimamente relacionado con lo que construiste mentalmente en tus pensamientos.
Eres lo que piensas. Por eso si no te gusta lo que está sucediendo en tu vida o
con tu vida, pregúntate ¿en qué estás pensando?
La pareja que elegiste, los
amigos con quienes te relacionas, el credo en el que depositas tu fe, la
carrera que decidiste seguir, tu estilo de vida …todo tiene que ver con tus
pensamientos. Por eso tu mente es algo así como una torre de control que dirige
tus pasos y tus decisiones para bien o para mal.
Proverbios 23.7 dice que tal cual
es el pensamiento en el corazón de una persona, tal es esa persona, entonces te
propongo un sencillo test de pensamientos. Respóndete sinceramente estas
preguntas. ¿Qué piensas acerca de tu vida? ¿Qué piensas acerca de tus hábitos?
¿Qué piensas acerca de tu futuro? ¿Qué piensas de tu familia? ¿Qué piensas de
tus amigos? ¿Qué piensas de tus ingresos y de tus bienes? ¿Qué piensas de la
sociedad en la que vives? ¿Qué piensas de la pureza moral? ¿Qué piensas de ti mism@?
¿Sabes?, todo lo que vas
decidiendo día a día esta direccionado por como piensas.
Cuanto mejor pienses, mejor vivirás.
Pensar bien es pensar como Dios piensa y El da indicadores concretos en Su
Palabra para ayudarnos a pensar de la manera correcta.
En primer lugar, es importante
que describas la dirección de las cosas que vas pensando hoy. Saber a dónde te
diriges con lo que piensas te dará una idea del punto en la vida a donde
seguramente vas a llegar. Si tienes en claro a dónde quieres llegar, cuáles son
tus sueños, tus metas, el sentido que le quieres dar a tu vida, entonces debes
revisar si lo que hoy estás pensando te ayuda o acompaña a llegar hacia ese
logro.
Luego distingue si lo que estás
pensando es constructivo o destructivo. Una de dos. O lo que piensas te está
haciendo bien, te edifica, te ayuda a crecer a desplegar lo mejor de ti mismo o
te está haciendo mal. Te contagia de malos hábitos, te avergüenza o te aparta
poco a poco de lo que es bueno. Tus pensamientos te condenan o te liberan.
Define en qué lugar te dejan en este mismo momento de tu vida.
¿En tercer lugar, debes tener en
claro quién eres? Si eres hijo de Dios tus pensamientos deben definirte desde
ese lugar. Si eres cristiano ya no puedes pensar como el mundo piensa sobre
algunos asuntos. Pero si no has tomado todavía una decisión por Jesús, estas
expuesto a hacer sintonía con ideas que Dios no te recomienda y Él te invita a
conocer Su voluntad. Hay muchos cristianos que no han tomado decisiones firmes
con respecto a esto y concuerdan y hacen sintonía con cosas de la oscuridad.
Acarician en su mente hábitos, pecados, palabras, modas, costumbres que no son
propias de Cristo y por ende no deberían ser propias de aquellos que son su
hija.
Colosenses 3.1-10 nos ubica con los pensamientos hacia arriba.
Dice: no se enfoquen en las cosas de este mundo sino en las del cielo. Si bien
la idea no tiene nada que ver con ser despreocupados con nuestro presente aquí en
la Tierra, sí refiere a hacer morir aquellas cosas en nuestra mente que no son
propias del cielo. La lista es: fornicación, impureza, idolatría, ira, enojo,
blasfemia. Etc. Etc.
Este pasaje muestra que tenemos
que estar continuamente activos en nuestros pensamientos hacia arriba, pero
pasivos, muertos con los pensamientos que no son de Dios. Contrapone lo que es
de Dios contra lo que es de este mundo, o mejor dicho con todo lo impuro que el
mundo ofrece.
La manera de estar conectados con
los pensamientos de Dios es abundando en la lectura de Su Palabra. Si nuestras
mentes desbordan de pensamientos espirituales, limpiaremos nuestros caminos. Leer,
estudiar y meditar en la Biblia, transforma de manera poderosa nuestra mente y
nos da poder sobre el pecado limpiaremos nuestras mentes con Su Palabra.
Pensar como dios piensa conducirá
tu vida cambiará tu presente, pero más aún te conducirá a un futuro donde las
consecuencias de tus acciones serán positivas y dará buen resultado.
Ahora bien, tú decides como
quieres vivir y en qué quieres pensar.
Si hay evidencias de aspectos que
debes cambiar, hazlo ahora mismo y orienta tu mente hacia arriba, hacia Dios,
hacia todo lo que El piensa y esto te dará paz.