martes, 29 de septiembre de 2015

¿De qué hablamos cuando hablamos de amor?

AMOR es la palabra más usada en canciones, poemas y relaciones pero ¿De qué hablamos cuando hablamos de amor? Es algo difícil de definir por la connotación subjetiva de la palabra.
El lenguaje de Jesús fue amor Y amara Y SER amado SON NECESIDADES BASICAS, PRIMARIAS DEL SER HUMANO.
Por amor uno puede hacer cosas extraordinarias o también dejar de hacer cosas que de ningún otro modo dejaría si no fuera porque ama.
Pero más allá de ser una palabra que atraviesa todos los órdenes de la vida cotidiana, no siempre explicamos con nuestra experiencia el amor y nos enredamos en relaciones humanas que en vez de hacernos bien nos hacen mal, nos lastiman y lastimamos también en nombre del amor.
No podríamos en simples renglones despejar todas las “Malformaciones” del amor porque son tan diversas como seres humanos existen pero lo que si podemos es definirlo y ampliar el concepto más allá de saber que es una emoción o un afecto. Lo cierto es que como esta emoción es de las “Personas” habrá personas “sanas” para amar y habrá personas “enfermas” que intentan amar.
Del lado de la SALUD el amor (Ágape) tiene ciertos ingredientes que son explícitos y ante los que os cabe discusión alguna porque eso es amor: (Ro. 12:9-12):
1. SINCERIDAD: en el amor no hay hipocresía sino transparencia. No hay engaño, no caben las mentiras cuando se ama. Y la sinceridad crece y se fortalece en un terreno de confianza y seguridad.
2. DISCERNIMIENTO: no es ingenuo el amor, ni es ciego ni crédulo .el amor discierne porque aborrece lo malo, lo que le hace mal y directamente lo rechaza. Puede seleccionar, elegir, pensar, el amor es también razón.
3. HONRA: respeta, valora, confirma, estima al otro. No lo degrada, no lo humilla, no lo denigra.
4. SIRVE: se entrega, ofrece, da, se sacrifica.
5. PACIENCA: soporta y espera. Es tolerante.
6. GENEROSO: Koinoneo: comparto algo que es mío con un otro. No es egoísta.
7. BENDICE: “Hace bien” a quien lo recibe.
8. SE INVOLUCRA se identifica con el otro, se compromete profundamente con su experiencia y emociones, ríe si hay que reír y llorar si hay que llorar. Celebra y hace duelos con otros a quienes ama.
9. ARMONICO: Cuando hay amor, hay unidad, más allá de las diferencias. Se comparten convicciones y principios preocupaciones y deseos haciendo armoniosa la relación.
10. HUMILDAD: no cabe el orgullo donde hay amor.
Y así es que de todas las características de la vida de Cristo, la del AMOR es la más elevada y la más difícil de entender porque sobrepasa los límites de la razón humana o lógica.
Cristo predicaba de un amor impactante, un amor que daba sentido a la existencia
Juan 13:34: “Que os améis unos a otros
Cuando aún estaba a punto de ser crucificado El cuidaba cariñosamente de las personas
Llego a hacer referencia de los límites más altos del amor cuando dijo: “Amad a vuestros enemigos” y a pesar de hallarse rodeado de enemigos y de tener discípulos que frecuentemente lo decepcionaron Jesús vivió tranquilo porque se ejercitaba en el arte de amar.
Su amor se mostró en la mirada hacia Pedro en el patio luego de su negación, en el beso de Judas antes de la traición, en la invitación al Paraíso desde la Cruz, sanando enfermos cuando había enfermedad, tocando leprosos cuando había inmundicia, alimentando cuando había hambre, generando confianza cuando había temor, animando cuando había desanimo.
Su amor consolaba, animaba, acompañaba, estimulaba y comprendía.
Cristo mostró una disposición inimaginable para amar y aun hoy Su Amor, sigue invitándote a reparar cada zona rota de tu existencia y a refugiarte en EL cómo lugar seguro porque
“Habiendo amado a los suyos los amo hasta el fin”.


martes, 8 de septiembre de 2015

Venenos que matan: La crítica y la queja

Una historia cuenta que un anciano decidió enseñar a su nieto acerca de la crítica y para eso salió con el niño a dar un paseo por el pueblo.
Al ver llegar al niño y a al anciano caminando al lado de su burro a quien llevaban de la soga, la gente dijo: “Miren que tontos son ese niño y el viejo, pudiendo andar en burro caminan y se cansan.”
El anciano entonces puso al niño en el lomo del burro y siguió su camino. Al pasar por otro pueblo un grupo de ancianos que miraba dijo: “Ya ven… los jóvenes han perdido lo valores. Miren a ese niño, va muy cómodo en el burro mientras el pobre viejo camina cansado.”
Fue así que el anciano entonces se subió también y ambos, niño y abuelo siguieron camino.
Al pasar por otro lugar la gente dijo. “Miren que desconsiderados esos dos. Parece que no se dan cuenta que es demasiado peso para ese pobre burro y le quebraran el lomo”.
Así es la crítica… no para… nada la conforma!!!
Jesús siempre s intereso en que los cristianos formemos una cultura que rompiese con los valores trazados por este mundo y vivamos según los valores del reino.
Vivir bajo este nuevo orden sería algo así como una contracultura (John Stott)
En el sermón del Monte deja plasmado ese modelo que por supuesto incluye entre otras cosas el modo de relacionarnos unos con otros.
Cuando se refiere a esto dice en Mateo 7:1-5: No juzguen a los demás y no serán juzgados. Pues serán tratados de la misma forma en que tratan a los demás. El criterio que usen para juzgar a otros es el criterio con el que se les juzgara a ustedes... ¿Y por que te preocupas por la astilla en el ojo de tu amigo. Cuando tú tienes un tronco en el tuyo? ¿Cómo puedes pensar en decirle a tu amigo: Déjame ayudarte a sacar la astilla de tu ojo, cuando tú no puedes ver más allá del tronco que está en tu propio ojo?
Estas palabras de Jesús no significan que seamos ingenuos para emitir criterios personales o discernir entre lo bueno y lo malo o evaluar críticamente las diferentes situaciones relacionales esto es bueno y necesario para definir posicionamientos como sujetos. Lo que Jesús prohíbe es la inclinación a censurar, a ser “Descubridores de faltas” a destruir al otro con lo que señalo de él.
La crítica nos pone en un lugar de superioridad, en el pedestal de jueces otorgándonos a nosotros mismos la autoridad de poder juzgar lo que el otro es o lo que el otro hace. Esto resulta ser muy peligroso porque con esa misma ley, seremos juzgados nosotros mismos entonces se puede volver en contra nuestro juicio y nuestra sentencia.
Por otro lado pone el ejemplo de una astilla en el ojo.
No hay cosa más molesta que tener en el ojo una basurita pero intentar sacársela a otra persona cuando yo ni puedo con la mía es más molesto todavía.
Tenemos la tendencia de exagerar las faltas de los demás y a reducir las nuestras perdiendo la objetividad en dicha comparación.
Lo que enseña Jesús es que antes de intentar limpiar el ojo de otro …cada uno se revise y limpie su propio ojo para ver con claridad y recién ahí ayudar o señalar algo para construir y edificar en vez de destruir y juzgar.
“Necesitamos ser tan críticos con nosotros como a menudo lo somos con otros y tan buenos con otros como lo somos con nosotros”.
Cuando criticamos o nos quejamos aumentan nuestros sentimientos de enojo, el negativismo y la amargura.
La crítica y la queja ponen en evidencia un corazón poco agradecido y que proyecta todo el tiempo hacia afuera, hacia los otros, aspectos no aceptados de sí mismo.
La crítica y la queja no mejoran las relaciones sino que crean un clima de dolor, enojos, daños y separaciones.
Proverbios 18:21 dice que con tu lengua puedes traer vida o muerte así que te invito a revisar tu corazón y tus palabras para que tomes decisiones concretas con este veneno que no solo te mata a vos sino que mata relaciones y lastima a muchos amigos.

martes, 1 de septiembre de 2015

Venenos que matan: El rencor, la amargura.

Fuera desechos
Muchas veces nos han lastimado, ya sea intencionalmente o por accidente, y eso hace que en el corazón crezcan raíces de rencor y hasta sed de venganza.
La acción de perdonar se define como abstenerse de vengar una ofensa recibida, sin deseos de guardar resentimiento ni rencor sino de renunciar al supuesto derecho de vengarse, sin importar lo que la otra persona haya hecho. Por el contrario, rencor es rehusarse a ceder ante el resentimiento, insistiendo en que el culpable pague por el daño que haya ocasionado.
 Perdonar puede ser difícil porque la creencia más común es que el culpable no debe escapar de ser castigado como lo merece. Sin embargo, al haber creído en Cristo como nuestro Salvador renunciamos a lo que creemos que es nuestro derecho de vengarnos por nuestra propia cuenta. En realidad, nuestra responsabilidad es perdonar y dar lugar a que el Señor se ocupe de lo demás. Cuando Pedro preguntó al Señor que si su hermano pecara contra él, cuántas veces debería perdonarlo Jesús le contestó: “Setenta veces siete” Mateo 18.21-22 (RVR1960), con lo que quiso decir que nuestra disposición a perdonar debe ser ilimitada. Además, tarde o temprano descubriremos que si nos resistimos a perdonar a quien nos ofendió, como resultado experimentaremos muchas consecuencias lamentables, pues el rencor afecta nuestra vida de oración. No podemos tener una vida positiva de oración y a la vez albergar amargura y rencor en nuestro corazón. Afecta nuestra adoración, nuestro testimonio. ¿Cómo podremos hablarle a alguien del perdón inagotable de nuestro Padre celestial y seguir manteniendo una mala actitud hostil hacia quien nos haya herido? Afecta incluso a los que nos rodean.
Hoy te invito a renunciar a todo rencor, ira, sed de venganza y limpiar tu vida de todos esos sentimientos que sólo son desperdicios que deben ser desechados de nuestra vida. Dios escuchará nuestras palabras, verá los deseos de nuestro corazón, nos perdonará, limpiará y resolverá el asunto.
Tomado de CVC La Voz.
Y ASI ES… cuando la raíz de un árbol joven crece en la naturaleza, generalmente se oculta debajo de la tierra .Con los años comienza a aparecer en la superficie y se forman las raíces de un árbol viejo y áspero. Esto sería como la característica más impactante del árbol: “MOSTRAR EL CARÁCTER DE UN ARBOL”
Parecería que algo semejante a lo que sucede en la naturaleza…ocurre también en el corazón humano: La amargura puede ocultarse y enraizar poco a poco pero llegado su tiempo se hace manifiesta y manifiesta así un CARÁCTER.
Hay una frase que dice:
“La persona que se acuesta herida, se levanta enojada, la persona que se acuesta enojada, se levanta resentida y la persona que se acuesta resentida se levanta amargada.”
Las palabras RENCOR y AMARGURA tienen su origen en la idea de “Punzar” o “Punzante”. Es algo fuerte, que punza, que penetra, que duele y enlaza con la idea también de RESENTIMIENTO que está compuesta por dos palabras: RE: intenso y SENTIMIENTO. O sea: volver a sentir, sentir de nuevo, mantener una deuda pendiente.
El rencor, la amargura, el resentimiento generan un sistema “Radicular” que se expande hacia abajo afectando nuestra vida emocional, hacia los costados afectando nuestras relaciones y hacia arriba afectando nuestro encuentro con Dios.
Algunos de los frutos que esa raíz alimenta provocan:
• Una visión limitada de la experiencia. Solo nos enfocamos en lo que nos hicieron, en lo que nos pasó, y no podemos ver más allá y el sentido que eso tiene en nuestra historia, en nuestra biografía.
• Contamina a otros. Mayormente comentarios negativos, desprecios y críticas salen automáticamente intentando destruir al ofensor de alguna manera.
• Nos corre de la mirada de la Gracia. Y aplicamos nuestras propias “Leyes” de lo que debería haber sido o de cómo deberían haber ocurrido las cosas.
• Perdemos la perspectiva , porque terminamos enfocados en esa deuda y en ese dolor
• Esa amargura se convierte en el filtro desde donde miramos la vida.
• Ocasiona alteraciones en la salud y el físico empieza a dar señales
• Sentimientos de venganza.
Dios trata explícitamente con la amargura, el rencor y el resentimiento y no aprueba un corazón que se resiste a perdonar y que acrecienta la sed de venganza y de odio contra alguien o contra alguna circunstancia por más injusta que hubiere sido.
En Números 16 cuenta las consecuencias que tuvo un pueblo entero ante el resentimiento sostenido de Core, quien guardo por mucho tiempo amargura contra Moisés y Aarón por ser ellos los elegidos por Dios para oficiar el sacerdocio y el liderazgo del pueblo hasta que un día intento un levantamiento contra el orden establecido, incluyo y convenció a miles de personas pero esto provocó la ira de Dios y murieron más de 14.700 israelitas en ese día.
¡Que terrible escena! Cuando la amargura no es elaborada, tratada en la gracia y el perdón de Dios ocasiona desastres!
Te invitamos a reconocer heridas punzantes, a poder encontrar alguien de confianza y con autoridad espiritual con quien expresar lo que te haya sucedido por más injusto o vergonzoso que sientas que puede ser, que el Espíritu de Dios te de la capacidad de perdonar y de dejar saldada la deuda que tienen contra vos , que decidas perdonar más allá de lo humanamente posible, que tengas paciencia con vos mismo, No es acontecimiento, es proceso y sobre todas estas cosas que puedas encontrar “Nuevos significados” cuando uno no elabora lo que necesita transforma, entonces lo repite y al repetir queda enraizado y crece y avanza como un veneno que mata. Mata tu gozo, tu proyecto y tu apertura a las nuevas posibilidades.
El salmista Asaf dice en su canto 73: “Se llenó de amargura mi alma y en mi corazón sentía punzadas, tan torpe era yo que no entendía. Era como una bestia delante de Ti. Con todo, yo siempre estuve contigo; me tomaste de la mano derecha, me has guiado según tu consejo y después me recibirás en gloria.”
Dios es bueno… empieza diciendo este Salmo y en Su Amor y Su bondad EL entiende TU dolor y está ahí con vos extendiéndote tu mano para sacarte de esa amargura y proveerte la calma necesaria y el cambio total que necesites para que vivas en amor y disfrutes de una nueva vida.