Iniciamos hoy una serie de temas referidos a las
relaciones enfermizas, peligrosas que
incluyen 4 capítulos para su desarrollo. En esta oportunidad hablaremos de los
celos.
Y siguiendo la idea del tema anterior en el que
hablábamos de la amistad, decimos que estamos creados para estar con otros ,”Somos
con otros” y tenemos capacidad para relacionarnos con otros. Lo que sucede a
veces es que en esta necesidad de encuentro o de no poder sostener la soledad (que
no es mala en sí) nos “asociamos” o “Involucramos” en relaciones que no son
sanas sino que son peligrosas para nuestro desarrollo personal.
Esto se suma a un modelo social donde desde prematura
edad se motiva a vivir la vida de a dos como si fuera tan fácil saber con quién
debo estar o conocer con quien estoy en realidad.
Una de esas posibilidades es ese tipo de vínculos
atravesados por LOS CELOS.
En el discurso cotidiano, los celos y el amor
aparecen erróneamente asociados: Es celos@porque me ama. Y acá es donde necesitamos separa
estos dos afectos que no tienen en absoluto nada que ver el uno con el otro.
Los celos implican miedo.
Miedo a perder una relación o un lugar de pertenencia.
André Comte dice :”El envidioso querría poseer lo que no tiene y otro posee. El celoso quiere poseer él solo lo que cree que
le pertenece.”
Los celos
parten de una premisa errónea: “Amar es poseer”
Los celos acarrean sufrimiento, provocan estado de
alerta constante que se anticipa a ese miedo a perder.
“Los celos nunca disfrutan las relaciones solo se
limitan a vigilarlas”. (Luis Hornstein)
El celoso teme que sus cualidades
no basten para retener a su pareja/amigo.se ahí las característica es que son
vínculos que examinan, intimidan y aprisionan en vez de dejar que el otro sea.
Los celos a diferencia de la
envidia están definidos por una relación triangular en la cual el miedo que
siente el celoso es que una persona a quien quiere mucho le dé a otro lo que
solo debería darle a él.
En los celos hay: una relación
triangular- hay algo muy valorado- hay un temor enorme de perderlo.
El celoso vive intranquilo y
pendiente todo el tiempo ante la posibilidad de perder y tiene la necesidad de
tener todo bajo control todo el tiempo para evitar que se le dé a otro lo que él
quiere para sí.
Al celoso “Nada le alcanza”
Quiere a una persona. Quiere el
tiempo de esa persona. Quiere los pensamientos de esa persona. Quiere la
exclusividad de esa persona. Quiere los recuerdos de esa persona…
Y esta desconfianza que tiene de
su pareja/ amigo no es ni más ni menos que una proyección de la falta de
confianza de el mismo o sea lo que el celoso va a intentar es que el otro calme
una falta que es de él, cosa que no va a alcanzar nunca.
En síntesis lo que estas
relaciones peligrosas develan es una gran falta ( propia de la naturaleza
humana) un indicador de inseguridad, una falta de amor por uno mismo que condena
al otro a estar todo el tiempo calmando esa angustia porque el problema no es
con el otro sino con el mismo.
Tu necesidad de amor y de
seguridad solo puede encontrar satisfacción en Cristo. Si bien habrá cosas en
la vida que te causen dolor y angustia, conocer y relacionarse con Jesús te
enseñan a andar en medio de las angustias pero sin enfermar ni enfermar a
otros.
Su amor es entrega no posesión.
Su amor es libertad no esclavitud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario