Preferimos no
hablar de aquellas cosas que nos dan vergüenza, sin embargo es necesario
nombrarlas, describirlas, registrarlas para reconocer que nos pasa con eso y
desde ahí poder superarla.
La vergüenza es un
sentimiento que aparece en todos nosotros (porque a “todos” nos pasa) cuando
alguna circunstancia exterior pone en evidencia
un punto débil de nuestra autoestima o podríamos decir de nuestro modo
de percibirnos. El orden armónico de nuestro si mismo se rompe y nos trae un
sentimiento de ilegitimidad, de disminución, de descalificación de incomodidad
con nosotros y con el entorno generando , por así decirlo, que tomemos distancia de aquellos aspectos de los
cuales nos avergonzamos y de las
personas con quienes sufrimos la vergüenza.
Esto no es gratis
para nuestro modo de andar por la vida. ¿Por qué?...porque mas allá de
erosionar la confianza podemos aislarnos, limitarnos, ensimismarnos perdiendo
la autenticidad y montándonos de un “Personaje” que nos somos pero que creemos
necesario presentar ante el afuera para ser “aceptados”. Es así como por
vergüenza adoptamos hábitos, formas de pensar o decidimos y participamos en
cosas que no haríamos si no sintiéramos que esta en juego la “pertenencia” a un
grupo. Porque nuestra autoestima se construye con otros pero también debe
diferenciarse de los otros de manera única e individual. El tema es que cuando
la amenaza aparece, puede perderse esa autenticidad con formas que no nos son
propias.
Otro aspecto a
tener en cuenta es que a veces los
sentimientos de “Magnificencia” también enmascaran una autoestima
amenazada por la vergüenza en un fallido intento de cubrir esos aspectos descalificadores de nosotros mismos.
Por vergüenza
también podemos llamarnos al “silencio”, a las cosas no dichas que nos cautivan
el corazón ocasionando soledad y tristeza.
Por vergüenza muchos sufren humillaciones y menosprecios.
¿Sabes algo?...
Jesús estuvo también en ese lugar. El sufrió desprecio, humillación y oprobio.
Dice Hebreos 12:2 que
EL sufrió la cruz y el oprobio porque TE
AMABA Y TE SIGUE AMANDO
No te sientas solo .Reforza tu relación con El y afianza
tu confianza en Su persona porque El valora tu vida, te acepta tal cual sos y
no pone condiciones para amarte.
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